El Mundial de MotoGP más atípico ha dado comienzo en Jerez. La pista acogerá las dos primeras carreras de una competición que, a diferencia de lo que sucedió en años anteriores, no tendrá ni aficionados... ni el ruido tan carismático de los motores de las máquinas de los fans.
"Es una pena, pero es lo que nos toca vivir. La seguridad ante todo", dijo una aficionada jerezana.
La hostelería también sufrirá las consecuencias de que en este 2020 no haya afición en las gradas de la pista de Jerez: "El mes de julio lo salvamos gracias a MotoGP"
Para evitar la presencia de aficionados y de motos, la seguridad se ha multiplicado en Jerez.
Hay varios filtros de acceso para que nadie pase sin acreditar, y un operativo de casi 300 agentes de la Guardia Civil.
Además, en el cielo, hay helicópteros e incluso drones para evitar que se produzcan rebrotes de coronavirus.