"Era mitad de la noche cuando sentí que alguien se metía en mi cama". Tenía 17 años y era la primera vez que Ashley iba a una fiesta.
Plata en los Mundiales de 2016, Wagner ha decidido contar ahora el infierno que vivió en 2008. "Cuando sus manos empezaron a tocarme por todo mi cuerpo, traté de moverme para que pensara que me estaba despertando y parara. No lo hizo", relata.
Casi paralizada por el miedo, Ashley decidió a actuar: "Comencé a llorar y supe que tenía que tomar una decisión. Abrí los ojos y me aparté de él mientras me besaba el cuello".
Fue su compañero, John Coughlin. El patinador se suicidó en enero tras ser suspendido a causa de diversas denuncias por abusos sexuales.
Una confesión con un claro propósito: "Quiero que los niños sigan siendo niños en este deporte".
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