Carlos Alcaraz venció con solvencia a Jeremy Chardy en la primera ronda de Wimbledon, pero el tenista de El Palmar acabó con un sabor agridulce tras el partido. Y no fue por algo que sucedió en el encuentro en sí, sino porque Roger Federer no vio su partido.

El suizo estaba siendo homenajeado en la pista central de Wimbledon mientras jugaba Alcaraz y tras la finalización de la ceremonia en su honor, se quedó a ver el Rybakina-Rogers que se disputaba en esa misma pista.

Alcaraz, tras conocer que Federer estaba en Wimbledon, confesó que estaba "celoso" de que el suizo no le viera jugar: "Una vez se terminó el partido, estuve en el vestuario con el teléfono y vi que estaba por aquí. Y me he sentido, digamos celoso entre comillas, de que estuviera en la central y no en mi partido".

"Al final me alegra que esté por aquí y siga involucrado en el mundo del tenis. Ojalá poder verlo realmente, pero después de un partido tienes muchísimas cosas que hacer. No sé si tendré tiempo para verlo, para poder hablar con él alguna vez, me encantaría. Ojalá estuviera por aquí más días para que lo pudiera ver y viniera a alguno de mis partidos", añadió.

El murciano nunca ha ocultado su devoción por Federer, al que ya conoció en Wimbledon en 2019: "Fue un momento increíble. Recuerdo que estaba más tenso que en algún partido que he jugado. Una experiencia única para mí, que no se me va a olvidar. Tengo la foto que me hice después del calentamiento puesta en mi habitación. Es un recuerdo muy bonito que tengo".

Algunos periodistas preguntaron a Alcaraz sobre las comparaciones con el suizo, algo de lo que el murciano se desmarcó: "Son elogios bonitos, pero todavía me queda mucho. Creo que en hierba nadie se va a parecer a Roger, eso va a ser imposible con la elegancia que jugaba. Intentaremos parecernos, aunque sea un poquito a él en ese sentido. He visto muchos vídeos sobre él, me encantaría parecerme un poquito, pero cada uno tiene su propio camino".

Ahora, Alcaraz está pendiente de conocer a su próximo rival en segunda ronda, que saldrá del encuentro entre los franceses Alexandre Muller y Arthur Rinderknech.