Sufrimiento, mucho sufrimiento. Es lo que ha tenido que atravesar Carlos Alcaraz para imponerse a Novak Djokovic en la gran final de Wimbledon.

Pese a que arrasó en los dos primeros sets, dejando sin respuesta a Djokovic, el serbio consiguió imponer su tenis durante los momentos cruciales de la tercera manga, forzando el tie break.

Esto hizo que Alcaraz, que llevaba casi una hora acariciando el triunfo, sufriese más de lo esperado para cerrar el encuentro. Tras el partido, el murciano ha relatado cómo vivió esos últimos instantes de la final.

"Tuve un 40-0, pero lo veía muy lejos. Djokovic es un luchador increíble, sabía que iba a tener sus oportunidades de nuevo, así que tenía que estar ahí. No pude ganar los puntos con mi saque, fue difícil para mí, pero intenté seguir calmado y positivo en esa situación", ha dicho el murciano sobre la hierba de la pista central de Wimbledon.

Sin embargo, su resistencia ha tenido el mejor premio posible. "En el tie-break intenté jugar mi mejor tenis, es todo en lo que pensaba. Estoy feliz por haber podido encontrar las soluciones y por estar en estas situaciones. Muy contento con mi tie-break", ha concluido Alcaraz.