Se está convirtiendo en habitual que los discursos de Rafa Nadal sobre el deporte en particular y sobre la vida en general sean públicamente aplaudidos. Es lo que ha ocurrido con el último tras vencer en Acapulco.
El tenista español, que ha sumado tres trofeos en lo que va de 2022, ha reflexionado sobre "los errores en la vida": "Ejemplar no es nadie, todos cometemos errores. Lo importante es que no sean muy graves y sobre todo no repetirlos".
"A mí me gusta lo que hago. Lo primero es valorar muchísimo la suerte que tenemos los tenistas profesionales. Me considero un super afortunado de la vida, he conseguido hacer de uno de mis hobbies cuando era niño una parte importante de mi vida y de mi trabajo, aunque nunca lo consideré como tal. Encima he tenido mucho éxito. Sería muy desagradecido tener una actitud más negativa de la cuenta o romper raquetas", dice el ganador de 21 Grand Slams.
Y destaca los "valores" que recibió desde que era niño: "Supongo que recibí este tipo de educación en cada cuando era pequeño. Son valores potentes que se quedan para el resto de tu vida. Es una premisa que he tenido presente. Siempre he tenido bastante autocontrol y no he sido una persona que se haya creído muy especial cuando las cosas han ido muy bien, ni tampoco muy desgraciada cuando van mal".
"Intento mantener un stado emocional más o menos intermedio, ni muy bien ni muy mal. Tranquilo y ver las cosas de una forma más relajada. A partir de ahí esforzarme día a día para intentar alargar esto el máximo tiempo posible. Y, sobre todo, dure lo que dure, intentar disfrutarlo al máximo", reflexiona.
Nadal siempre ha sido un deportista que ha destacado por su comportamiento tanto en la victoria como en la derrota. Un comportamiento que se pone más en valor viendo lo ocurrido en el tenis en los últimos tiempos: de los raquetazos de Alexander Zverev a la silla del juez de silla a los insultos de Daniil Medvedev en pleno partido.