Novak Djokovic ya no está en Australia pero la polémica ha quedado viva tras él. Rumbo a Serbia previa escala en Dubai, su país de nacimiento ha convertido la crisis con su visado y no estar vacunado en un asunto de Estado. Con la resolución judicial en la mano, Djokovic no podría volver a disponer de un visado para entrar en Australia hasta pasados tres años.
Sin embargo, hoy mismo el primer ministro australiano, Scott Morrison, ha intentando rebajar la tensión. Asegura que el tenista, número uno del mundo, podría retornar al país oceánico si se dan "las circunstancias adecuadas".
Djokovic fue expulsado a las pocas horas de perder una batalla en los tribunales australianos contra la segunda cancelación de su visado en Australia, una medida que según la sección 133c(3) de la Ley de Inmigración le impide entrar al país por tres años, a menos de que existan "circunstancias excepcionales". "Se trata de un periodo de tres años, pero existe la oportunidad de que vuelva en las circunstancias adecuadas y eso se consideraría en su momento", expresó Morrison, este lunes a una emisora local al insistir en que los extranjeros que entran a Australia tienen que estar vacunados contra el COVID o tener una exención médica válida.
Por su lado, la ministra australiana del Interior, Karen Andrews, precisó que el retorno de Djokovic no será un proceso "fácil ni sencillo", aunque abrió la posibilidad de que la prohibición sea "eximida en circunstancias convincentes", en el caso de que el tenista de 34 años aporte pruebas considerables. "El Sr. Djokovic está ahora sujeto a una exclusión de tres años, que puede ser suspendida en circunstancias convincentes, pero eso no es una cuestión de hoy o mañana, sino de algún tiempo en el futuro", dijo Andrews a la cadena de televisión Sky News.
El periplo australiano de Djokovic, convertido en un circo mediático y político, comenzó el pasado 5 de enero cuando el tenista viajó a Melbourne con una exención médica para participar en el Abierto de Australia sin estar vacunado, al haber estado contagiado de COVID-19 recientemente.
A su llegada, las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron hasta su liberación el pasado lunes por una orden judicial al considerar que no fue tratado con "equidad", aunque el sábado fue detenido nuevamente a raíz de un nuevo intento del Gobierno para deportarlo, lo que sucedió este domingo después de que un tribunal determinara que existían bases legales para ello.
La expulsión del deportista balcánico causó indignación en Serbia, que la tachó de "escandalosa", "cacería de brujas", espectáculo de estilo "orwelliano" y de "farsa".
¿Y ahora qué?
Con 34 años a sus espaldas, y después de no poder jugar en Australia, quedan otros tres Grand Slam por delante este año... pero solo podrá jugar uno de ellos si no se vacuna. Será Roland Garros, en París, pero ni en Wimbledon ni en el US Open podrá jugar.
Reino Unido y Estados Unidos pide vacunación completa para cruzar la frontera, y es allí donde se celebran dos de los tres Grand Slam que restan.
En Roland Garros, tal y como señaló la ministra de Deportes de Francia, sí podrá jugar: "El protocolo y la burbuja sanitaria de estos acontecimientos deportivos lo permitirá".
Además, en lo que se refiere a Masters 1.000 tampoco va a ir sobrado. Tres de los nueve que hay en 2022 son en EEUU, y no podrá entrar en el país si no tiene la pauta completa.
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Y en torneos de equipos, podría jugar la Copa Davis pero no una ATP Cup que se juega en Australia.