Carlos Alcaraz, número 1 del mundo de tenis, es uno de los grandes atractivos de Wimbledon. Está avanzando con paso firme y muchos le colocan junto a Novak Djokovic como uno de los grandes favoritos. En los octavos de final se medirá al italiano Matteo Berrettini.

Un duelo de altura que Matteo espera con muchas ganas: "Quieres jugar contra los mejores jugadores del mundo. Jugar contra Carlos siempre ha sido como un placer y una gran lucha".

Tras derrotar a Alexander Zverev, el italiano se siente fuerte: "Siempre damos lo mejor de nosotros, es el número 1 en este momento, por lo que es el mejor jugador del mundo. Va a ser un gran desafío, pero estoy muy contento de tener este tipo de oportunidad".

"Recuerdo verlo jugar en Roland Garros desde mi televisión. Ahora seré yo el que me enfrente a él y estoy muy feliz por eso. Creo que esto me ayudará a salir ahí, disfrutar y encontrar esa energía extra", ha indicado.

Sus problemas físicos han quedado atrás: "Si me dijeran hace unas semanas que iba a jugar cinco días seguidos en Wimbledon, lo habría firmado con sangre. Pasé días en la cama pensando en los torneos que me perdí, las lesiones que tuve y la tristeza que sentía...".

"Nunca había pasado que jugara en un Slam tantos días seguidos. No jugué al mejor de cinco sets todos los días, jugué un set, luego dos sets. Venía de no jugar nada y fue intenso. Creo que en cierto modo me ayudó", ha indicado el próximo rival de Alcaraz en la hierba de Londres.

De pensar que no iba a poder competir a alcanzar los octavos: "Ni siquiera estaba seguro de si iba a jugar. Volé aquí y dije que tal vez la atmósfera me ayudaría un poco. Realmente no estaba seguro de eso, no porque no quisiera. Para jugar un Slam tienes que estar preparado física, emocional y mentalmente. La voluntad no es suficiente". Y sí, estaba preparado. Ahora desafía al número 1 del mundo.