"Cuando el 'speaker' empezaba a enumerar los títulos..."
La confesión de un dos veces finalista de Roland Garros: "Jugar contra Nadal era muy..."
El tenista retirado Dominic Thiem recuerda como vivió sus dos derrotas en la final de Roland Garros ante el mejor tenista español y revela lo "frustrante" que fue.
Dominic Thiem, el apodado 'Príncipe de la tierra batida', fue uno de los mejores jugadores en pista de tierra en la pasada década. El austriaco llegó a jugar dos finales Roland Garros (2018 y 2019) y a ser número tres del ATP. Sin embargo, siempre estuvo a la sombra de Rafa Nadal.
El austriaco se ha sincerado tras dejar la raqueta en el mes de octubre del año pasado. Una retirada 'precoz' a los 30 años a causa de sus problemas recurrentes en su muñeca derecha.
Thiem fue derrotado dos años consecutivos en la final del Roland Garros por el catorce veces campeón del torneo, Rafa Nadal: "Claro, yo me sentía preparado para ganarle, estaba seguro de que si competía al 100% podía hacerlo".
Pero ganar al español en el Grand Slam francés eran palabras mayores, Nadal solo perdió cuatro veces de sus 116 partidos que jugó. Por ese motivo, Dominic se muestra orgulloso en unas declaraciones recogidas por 'Eurosport': "Si lo pienso, tuve la oportunidad de jugar dos veces contra el mejor jugador de la historia en Roland Garros. Rafa ganó el torneo 14 veces, y dos de ellas lo hizo contra mí".
Thiem recuerda, entre risas, cómo vivió las dos finales: "La primera no fue tan bien [6-4, 6-3, 6-2], era mi primera final de Grand Slam y no tenía apenas experiencia. La segunda, en cambio, fue un gran partido [6-3, 5-7, 6-1, 6-1]. Me encanta tener recuerdos de ambos encuentros".
No obstante, revela que lo peor de jugar contra el manacorí en París es el ambiente antes de empezar: "Una de las cosas más frustrantes es cuando estás calentando en la pista justo antes de que arranque el partido. El speaker empieza a enumerar todos sus títulos en Roland Garros. Es como... 2015, 2016... El público se va volviendo cada vez más loco y el ruido sube, sube y sube. Es muy frustrante para el rival".
Un momento que ahora el tenista austriaco rememora como algo "maravilloso": "El público se enciende y todo se vuelve loco de un momento a otro. Estás jugando contra una absoluta leyenda del tenis y cosas como esta no hacen más que corroborarlo".