Novak Djokovic quiere terminar el año como lo empezó. Siendo el mejor tenista de manera indiscutible. Ha debutado en las ATP Finals con una importantísima victoria sobre Holger Rune (7-6, 6-7 y 6-3). Y dejó una imagen ya habitual en los últimos tiempos para el serbio.

Reventó una de sus raquetas a patadas. Ocurrió en el tercer set, cuando había conseguido un 'break' de ventaja e inmediatamente después lo había perdido en el juego siguiente.

Regresó a su banquillo muy enfadado y lo pagó con dos raquetas. Pisó ambas para acabar dejándolas completamente rotas.

Una reacción ya habitual en el serbio, que siempre utiliza este tipo de triquiñuelas para motivarse en el partido. Y lo logró. Porque después de ese gesto encarriló el partido y se acabó llevando la tercera manga con un contundente 6-3.