Carlos Alcaraz está disputando su cuarto Roland Garros. En sus otras apariciones en la Copa de los Mosqueteros, el murciano se había quedado en octavos de final, en cuartos y en semifinales. Al ganador de dos Grand Slams se le resiste la final en París, aunque puede estar a unas pocas horas de acabar con este 'maleficio'.

El de El Palmar se enfrentará este viernes a las 14:30h al italiano y número uno del mundo, Jannik Sinner. Un partido en el que estará presente el entrenador de Alcaraz, Juan Carlos Ferrero, quien ha confirmado que el proceso de maduración de Carlitos aún no ha acabado.

"No tengo que estar encima de él como cuando tenía 15, 16 o 17 años, pero siempre hay que ayudarle para que sepa cómo mejorar. Al fin y al cabo, la construcción de un jugador nunca debería parar. Hasta los mejores tienen la necesidad de seguir progresando", señala Ferrero en una entrevista a 'El Mundo' en la previa del encuentro.

Y es que, esta relación tan estrecha que se forja entre jugadores y entrenadores hace que se acaben sintiendo como de la familia: "Lo del padre se lo dejo a su padre. Yo a veces soy el entrenador y a veces soy su amigo. A los chavales de hoy en día les cuesta más decir que sí y Carlos está en ello, está madurando. Es un proceso lento, con 21 años nadie es maduro".

En cuanto al partido de semifinales ante Sinner, Ferrero confirma que será difícil de predecir: "Será un partido muy igualado. Jannik ha mejorado muchísimo en su variedad de juego. Con Carlos tenemos una idea de cómo jugar contra él, de lo que le puede hacer daño, pero también reconocemos que es un tenista muy completo".