A pesar de que Rafa Nadal había adelantado que este podía ser su último Roland Garros, en la previa de su debut contra Alexander Zverev dijo que no estaba segur de su decisión. Por lo que su derrota de esta tarde ante el tenista alemán podría no ser su última vez en la tierra de París. Allí donde ha reinado hasta en catorce ocasiones.
Tuvo mala suerte Rafa en el sorteo. El peor rival posible. Un Zverev que ocupa el número 4 del mundo y que está a un nivel de tenis impresionante. Claro candidato a estar en las rondas finales de Roland Garros.
El alemán jugó un partidazo. Era la única manera de derrotar a Rafa, que recuperó su versión más aguerrida. Tres sets a cero, sí, pero con varias opciones del español de llevarse el segundo y haciendo varios breaks. Puntos mágicos incluidos.
El partido no empezó bien para Rafa. De menos a más. Cedió su saque en el arranque y cayó en ese set inicial por 6-3. Estuvo cerca de hacerse con la segunda manga. Pero Zverev reaccionó en el momento perfecto y se acabó llevando el gato al agua en el tie break.
No se rendía Nadal en su lugar favorito. Allí la grada le idolatra. Ha ganado catorce veces y quieren seguir viéndole luchar cada punto, cada bola.
Lo hizo en el tercer set. Defendiendo su saque con todo. Aguantando los breaks de un inspirado Zverev. También Rafa celebraba con su característico puño arriba. Seguía pensando que era posible a pesar de la diferencia en el marcador y de las tres horas de partido. El "Rafa, Rafa" sonaba en cada punto.
Sasha dejó sobre la pista su mejor versión cuando tenía que hacerlo. 5-3 arriba en el tercero y restando para ganar el duelo. Así fue. Y la gran pregunta es si este será el último partido de Nadal en Roland Garros.