La polémica siempre rodea al tenista australiano Nick Kyrgios. Tras protagonizar lamentables escenas en los últimos torneos en los que ha participado -llegó a tener un roce con Rafa Nadal-, el último 'show' del tenista ha tenido lugar en el Master de Cincinnati.
En segunda ronda del torneo celebrado en en el suburbio de Mason en Cincinnati, en el estado norteamericano de Ohio, Kyrgios se medía ante el ruso Karen Jachánov. Al inicio del tercer set, le dieron un punto por perdido y le pidió al juez de silla un 'break' para poder ir al baño.
Las cámaras del torneo le siguieron y los espectadores presenciaron una vergonzosa reacción del australiano: Kyrgios, en lugar de ir al baño, se dirigió a una zona apartada para estrellar dos raquetas contra el suelo.
Finalmente, sucumbió ante Jachánov 7-6, 6-7 y 2-6. Kyrgios se acercó a la red a darle la mano, sin embargo, mientras el ruso procedía a hacer lo propio con el juez de silla, el australiano optó por eludir el saludo y escupir al colegiado.
Capaz de lo mejor y de lo peor, Nick Kyrgios ha vuelto a protagonizar unas imágenes lamentables nada propias de un deportista de élite que tiene que velar por dar ejemplo de una correcta actitud y deportividad.