A pesar de caer derrotado por 3-0 ante Alexander Zverev en su jardín, Roland Garros, Rafa Nadal completó un heroico partido ante el reciente ganador del Masters 1.000 de Roma y número 4 del mundo.
El balear dejó auténticos puntazos 'made in Rafa' y tuvo sus opciones de poner en aprietos a un teutón que se preparó el encuentro a conciencia.
Tras el partido, en rueda de prensa, Nadal no pudo asegurar que competirá en el próximo Roland Garros y reveló una preocupante reflexión que tuvo hace escasos dos meses.
Después de disputar una exhibición contra Carlos Alcaraz y tras bajarse de Indian Wells y Miami, el manacorí pensó que quizás había llegado la hora de colgar la raqueta.
"Mi cuerpo era como una jungla. A veces me picaba una serpiente, otras me mordía un tigre", relató.
"Llegué a un punto en el que estaba mentalmente destruido, no era feliz y carecía de energía", añadió.
Fue entonces cuando se le pasó por la mente la retirada: "Me convencí de que tenía que parar y tuve la sensación de que lo más probable es que no volviera a pisar una pista de tenis".
"Esto fue unas pocas semanas antes de competir en Barcelona", zanjó el ganador de 22 Grand Slams sobre un torneo que arrancó el 15 de abril. Apenas seis semanas después, el 27 de mayo, Rafa Nadal nos dejó un partido que ya es parte de su historia.