Es increíble que volviese a unirse al grupo en semifinales, y más increíble fue que pudiera jugar la final de la Copa Davis. Pero Roberto Bautista es de esos jugadores que bien pueden ser calificados como héroes. El de Castellón, cuyo padre murió hace tres días,cogió la raqueta para enfrentarse al joven Aliassime y para lograr el primer punto para España en la Caja Mágica.
Fue un ejemplo de tenis. En el primer set, Bautista y Aliassime disputaron un igualado partido en el que ni uno ni otro fueron capaces de romper el saque del rival. Al final, 'tie break' y victoria en la primera manga para el gran Roberto. A partir de ahí, llanura y cuesta bajo para hacerse con el primer punto en la final de la Copa Davis.
Porque la segunda manga fue extraordinaria. Bautista no dio opción alguna al canadiense y le apabulló con multitud de golpes ganadores y un juego de top ten, como es Roberto. No tardó absolutamente nada en romperle el saque y en poner muy de cara el triunfo de España en el primer duelo de esta final de Davis.
Ni el hecho de que le cambiasen el rival a última hora fue problema para un Bautista que con la raqueta en mano pareció no haber sufrido lo que ha sufrido durante toda esta semana. En cuanto acabó el duelo, brazos al cielo para dedicar el triunfo a su recién fallecido padre.
Y lágrimas. Muchas lágrimas. Porque la emoción estaba a flor de piel. Porque el público de la Caja Mágica se volcó con un jugador que se ha dejado el alma y el corazón en la pista de Madrid para dar a España el primer punto de esta Copa Davis. Todo el público mostró su carió para Roberto Bautista. Para un jugador que fue algo más que un tenista. Que es algo más que un tenista.
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