"Ha entrado al baño y ha salido con dos raquetas rotas". Es el aviso que lanzaba el juez de silla cuando veía a Kyrgios volviendo de los vestuarios.
El australiano había pedido ir al baño durante su partido contra Jachanov. En los vestuarios, dio rienda suelta a su frustración rompiendo dos raquetas.
Las cámaras grabaron todo el recorrido del polémico tenista, dejando constancia de lo que había pasado. Cuando acabó el partido, escupió y se negó a dar la mano al juez de silla.