"Pasé por muchas etapas duras, muchos momentos de destrucción, muchos momentos de miedo". Un infierno en el Paula Badosa se vio envuelta poco a poco tras ganar Roland Garros Junior en 2015.
"Pasé por muchos momentos de ansiedad y muchos momentos malos, porque tuve expectativas hace cuatro años y veía que no las cumplía. La presión me pudo", reconoce, llegando a pensar incluso en dejar el tenis.
Decidió que tenía que dar un giro a su vida y llamó a Xavi Budó, exentrenador de Carla Suárez: "Estaba muy mal el año pasado y dije que le necesitaba a él para que me sacase de ahí. Estaba totalmente perdida, no sabía ni cómo se llamaba".
Y él le ha devuelto las ganas de competir. "Él me cogió siendo un muñeco destrozado, sin ilusión y destrozada mentalmente y he vuelto a ser feliz dentro y fuera de la pista", afirma.
Tras el drama vivido, Paula quiere dar un consejo a todas las que vienen por detrás: "Intentar no escuchar el entorno, porque al final quieren verte tan arriba y te hacen más daño que bien".
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