La tecnológica estadounidense Meta, propietaria de Facebook, WhatsApp e Instagram, prevé despedir a unos 11.000 trabajadores, el 13 % de su plantilla, según un comunicado publicado este martes en su web y que suscribe el propio Mark Zuckerberg.
Estos despidos, según el máximo responsable de Meta, preteden lograr una empresas más ágil y eficiente y responden a los cambios ocurridos en el entorno económico y empresarial. Los despidos, según asegura hoy el diario económico The Wall Street Journal, son las primeras reducciones amplias de personal que se producen en los 18 años de historia de la empresa.
Los afectados recibirán un correo electrónico para informarles de su situación. Zuckerberg asegura en su comunicado que esta decisión supone una de las más "difíciles" en la historia de la compañía y asegura que asume la responsabilidad: "sé que esto es difícil para todos, y lo siento especialmente por los afectados".
La pandemia de COVID-19, señala el consejero delegado de la compañía, provocó un importante aumento del comercio electrónico y "un crecimiento descomunal de los ingresos", que posteriormente no se han mantenido. "Mucha gente predijo que esto sería una aceleración permanente que continuaría incluso después de que terminara la pandemia. Yo también lo hice, así que tomé la decisión de aumentar significativamente nuestras inversiones. Desafortunadamente, esto no salió como esperaba", añade. Ahora, la recesión macroeconómica, el aumento de la competencia y la pérdida de anunciantes han provocado, según Zuckerberg, "que nuestros ingresos sean mucho más bajos de lo que esperaba. Me equivoqué y asumo la responsabilidad por ello". Lo cierto es que ha sido un año desastroso en sus cuentas y el valor de la compañía ha caído un 73%.
El máximo responsable de Meta, con una plantilla total del 87.000 trabajadores, reconoce que la compañía tiene que centrarse en un menor número de sectores, reducir costes y priorizar algunas unidades como la orientada al de motor de Inteligencia Artificial.
Estosdespidos se suman a los llevados a cabo en Twitter tras su adquisición por el magnate sudrafricano Elon Musk, quien ha ordenado cesar al 50% de la plantilla, destituyendo así a miles de personas en sus diferentes delegaciones de todo el mundo. El multimillonario ha decidido eliminar a la mitad de la plantilla de Twitter asegurando que "no hay otra opción cuando la empresa está perdiendo más de cuatro millones de euros por día".