Emanciparse es cada vez más complicado para los jóvenes. La combinación de la pérdida de poder adquisitivo con el aumento del precio de la vivienda es una trampa de la que cada vez es más difícil escapar.
Según el Consejo de la Juventud de España, los salarios de los jóvenes han aumentado un 8% desde 2008, mientras que el precio del alquiler ha subido un 40%, es decir, cinco veces más. De hecho, los salarios de los menores de 29 años están congelados desde hace una década.
Europa, el ejemplo a seguir
Por eso, la tasa de emancipación juvenil ha bajado nueve puntos desde 2008, de un 26 a un 17%. Y quienes consiguen salir del hogar familiar, cada vez lo hacen más tarde. La media española está en los 30,4 años, mientras que en la Unión Europea, los jóvenes salen de casa a los 26,3 años de edad.
Mientras que en el resto de la UE el 32% de los jóvenes pueden acceder a una vivienda, el doble que en España. Los expertos señalan que la existencia de un mayor parque publico de vivienda y las políticas activas para favorecer el acceso de los jóvenes al parque inmobiliario son el factor diferencial.