La mujer detenida en París acusada de torturar y asesinar a Lola, la niña de 12 años cuyo cadáver transportó en un maleta, ha explicado ante la Policía que el crimen "fue un sueño" y que "había luchado contra un fantasma".
Así lo ha explicado la fiscal de París, Laure Beccuau, que ha apuntado que la sospechosa tuvo "declaraciones fluctuantes entre el reconocimiento y el cuestionamiento de los hechos".
Dahbia B, tras detallar la secuencia de los hechos hasta el asesinato de Lola y el traslado de su cuerpo en una maleta, explicó "haber contado un sueño y no la realidad", que se había "defendido de un ataque de arma blanca" y que "había luchado contra un fantasma".
La acusada también aseguró que era "imposible" que ella matara "a un niño". En el comunicado de la fiscal, además, se apunta que la presunta asesina "no mostró empatía hacia la víctima" y que, tras observar imágenes del cuerpo de Lola, aseguró que no le daba "calor ni frío".
"Yo también fui violada y vi morir a mis padres frente a mí", dijo la presunta asesina a la que la Policía le atribuye una "increíble facilidad para actuar".
Lola regresaba a su casa del colegio cuando se cruzó con una desconocida que la acompañó hasta el portal de su edificio, a menos de 200 metros, y que entró con ella al inmueble. Así lo captaron las cámaras de seguridad que recogen la última imagen de la niña con vida.
A partir de ahí comienzan ocho horas de intensa búsqueda que acaban cuando un hombre da la alerta: había una maleta de plástico muy pesada abandonada a pocos metros de allí. Dentro, el cuerpo de Lola, maniatado y con las plantas de los pies marcadas con los números 0 y 1. También presentaba cortes en la garganta. La autopsia ha revelado que la pequeña murió por asfixia y fue violada y torturada.
Varios testigos han confirmado que la mujer que aparece en las imágenes de la cámara de seguridad había estado dando vueltas por el barrio, que llevaba varios bultos, que había estado pidiendo ayuda para trasportarlos y que no parecía muy cuerda.