Leopoldo López lanza un claro mensaje a Maduro: "No le tengo miedo a la cárcel, como no le tengo miedo a Nicolás Maduro ni a la dictadura".
Lo hace en plena puerta de la embajada española en Caracas, justo en el límite donde no puede ser detenido porque Venezuela está respetando la inviolabilidad del territorio español.
Solo podría ser arrestado si el Gobierno decide entregarle. "España no tiene ninguna intención de entregar a Leopoldo", ha afirmado el ministro de Fomento en fuciones, José Luis Ábalos.
"Quiero agradecerle al presidente español, Pedro Sánchez, y a todo el pueblo de España", decía Leopoldo López en declaraciones.
Borrell ha confirmado que se le limitarán las actividades políticas. "España no va a permitir que su embajada se convierta en un centro de activismo político", ha señalado Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores en funciones.
López permanecerá bajo la condición de huésped ya que de momento no solicitará asilo. "¿Asilo en el sentido de irme de Venezuela? No, no, yo no me voy de Venezuela", apuntó.
Insiste en poder lograr una transición democrática en el país, no descarta una intervención militar y asegura que cada vez hay menos funcionarios al lado de Maduro.
"Hoy maduro no puede confiar ni en el que le sirve el café", dijo López. Para todos esos desertores el presidente bolivariano lanza esta advertencia: "Le cortamos la cabeza a quien haya que cortársela".
Y no fue la única que lanzó. Maduro expresó sus conocimientos de kárate en un acto en el que hasta se atrevió con el hip hop. Mientras, Guaidó sigue a lo suyo y convoca nuevos paros después de su fallida convocatoria de ayer.