En el estado de Connecticut, 12 personas, 10 de ellas mujeres, fueron condenadas por brujería hace más de 370 años. Solo una de ellas fue indultada, mientras que el resto fueron ahorcadas. Unas condenas de las que ahora han sido absueltas.
Algunos de sus descendientes se enteraron recientemente por pruebas genealógicas que estaban relacionados con las brujas acusadas. Desde entonces, han presionado al senado de Connecticut para que limpiaran sus nombres y el de sus familias.
Con 33 votos a favor y uno en contra, la Cámara Alta reconoce que estas condenas fueron un error judicial y no brujería.
Esta decisión que se produce en vísperas del 376 aniversario del primer ahorcamiento de brujas en Estados Unidos.
Los defensores de la resolución aseguran que es importante crear conciencia pública sobre los juicios de brujas en Connecticut, que ocurrieron décadas antes que los conocidos juicios de Salem en Massachusetts.