Según el fallo del máximo tribunal chileno, los condenados -Manuel Ángel Morales Acevedo, Pedro Javier Guzmán Olivares y René Armando Valdovinos Morales- fueron los autores del asesinato de Marcelino Carol Marchandon Valenzuela, lo que la corte consideró "un delito de lesa humanidad".
Marchandon, conforme a la investigación del caso, habría sido detenido entre el 5 y el 6 de diciembre de 1986 por agentes de ese departamento "después de haber sido entregado, según los antecedentes que obran en el proceso, por un exmilitante del Partido Comunista, amigo de la víctima, quien era informante de la CNI".
Fue trasladado al Cuartel Borgoño, en el centro de la capital chilena, "siendo ejecutado en las cercanías de dicho lugar por miembros de dicho aparato de inteligencia". Los miembros de la CNI trataron de aparentar un intento de asalto al cuartel por parte de Marchandon, "escenario que pretendió ser avalado con los dichos (palabras) de los participantes", agregó la Corte Suprema.
De acuerdo con el informe de la autopsia, la causa de la muerte de Marchandon fue un traumatismo facio-cráneo-encefálico por bala y la víctima presentaba diez impactos de bala y otros tantos de perdigones. En la sentencia se absuelve a otros dos exagentes de la dictadura, Héctor Osvaldo Obal Labrín y Carlos Adrián Kramm Soto, al no haberse acreditado su participación en los hechos.
Durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), conforme a cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.