Un 'nutrido' grupo de prensa esperaba en la cárcel de Koh Samui a la madre de Daniel Sancho, Silvia Bronchalo. La exactriz ha aterrizado este miércoles a última hora en Tailandia, tras más de treinta horas de viaje. Por la mañana temprano, este jueves Silvia llegaba hasta la prisión para ver a su hijo, en prisión provisional desde el pasado día 7 por el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta.
Entre carreras de los reporteros, no ha querido hacer declaraciones. Ni mu ha dicho, aunque la escoltasen hasta la puerta. Ya dentro, le confirmaron que había acabado el protocolo COVID de su hijo -diez días de aislamiento para Daniel Sancho- y podía procederse con la primera visita familiar para el reo.
Silvia Bronchalo
Hasta ahora, solo habían podido reunirse con él sus abogados y el personal de la prisión. Su padre fue a Tailandia cuando le encarcelaron, pero volvió a España. Aproximadamente, veinte minutos ha podido estar Bronchalo con su hijo ahí dentro. A la salida, tampoco ha querido hablar. Quizá para no ayudar, como afirmó previamente, a la "película que se está haciendo de todo sin saber nada".
Por no saber, ni siquiera sabemos si se quedará en Tailandia hasta que arranque el juicio, que, en principio, está previsto para septiembre. Sí sabemos que, acabada la cuarentena, a Daniel Sancho le van a trasladar a dependencias hospitalarias, donde hay como un centenar de presos. Y a todo esto, aunque las autoridades tailandesas anunciaron que daban por concluida la investigación, este miércoles han vuelto a interrogarle.