Este jueves ha declarado ante el fiscal que investiga lo que ocurrió con Jamal Khashoggi una parte del personal del consulado.
Un total de 15 trabajadores y muchas preguntas para componer un puzzle que tiene demasiadas piezas sueltas. La principal: buscar al responsable de la desaparición y más que probable asesinato.
Arabia Saudí parece tener claro quién va a ser su cabeza de turco. Según los medios, el dedo acusador señalará a un general, número dos de los servicios de inteligencia saudíes y hombre cercano al príncipe saudí.
Riad explicará que se habría dado una orden para capturar al periodista y que su general la entendió mal o se sobrepasó a conciencia.
Todo mientras se sigue buscando en este denso bosque y se registra durante horas la furgoneta que se vio entrar y salir, cuya pista ha llevado a los investigadores a una ciudad costera a 100 kilómetros. El rastro se sigue ampliando.