Después de que la Policía alemana y la Metropolitan Police de Reino Unidoanunciaran esta semana la existencia de un nuevo sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann en el Algarve portugués, se van conociendo más datos de este hombre, cuya identidad ha revelado 'The Guardian'.

Se trata de Christian Brückner, un hombre de 43 años que cumple condena en una cárcel alemana por delitos de abuso sexual y de drogas. Los criminólogos de la Operación Grange, la investigación policial que investiga la desaparición, han hecho un llamamiento a la ciudadanía para encontrar pruebas que impliquen al nuevo sospechoso.

Se trata de un violador que recibió su primera condena en 1994, cuando solo era un adolescente: fue condenado en Alemania por abusar sexualmente de un niño, intentar hacer lo mismo con otro y por realizar actos sexuales frente a otro menor.

A los 18 años huyó a Portugal en coche con su novia para escapar de la condena que había recibido. Allí acabó su relación sentimental, se instaló en una casa deteriorada cerca de Praia da Luz (lugar donde desapreció Madeleine) y encadenó trabajos como piscinero y mecánico de coches.

Durante 25 años estuvo viviendo a caballo entre Portugal y su país natal, Alemania, escapando de procesos penales por abuso sexual de menores, tráfico de drogas o falsificación de documentos.

La condena más grave que recibió fue por la violación de una mujer estadounidense de 72 años en un apartamento cercano a su casa de Portugal. Sucedió en septiembre de 2005 cuando Brückner entró en la casa de la víctima por una puerta abierta, la arrastró por la casa, la ató, la golpeó, la violó y la obligó a darle dinero antes de irse.

A pesar de la gravedad del crimen no fue delatado hasta un año después tras la confesión de un compinche de atracos que reveló que el sospechoso había grabado en vídeo la violación. Fue condenado 14 años después de la violación, el año pasado, a siete años de prisión. En ese juicio, los testigos lo definieron como un "cazador de fortuna" y aportaron pruebas de que había sido visto merodeando "por las ventanas abiertas de pisos vacacionales". Hay que recordar que la pequeña Madeliene estaba dormida en un apartamento que habían alquilado sus padres en un compleo de Praia da Luz.

En 1999 fue deportado a Alemania para cumplir condena por su primer delito de abusos a menores, pero acabó volviendo a Portugal, donde compró un Jaguar XJR 6, cuya fotografía ha publicado la policía ahora para recabar pistas de testigos en el caso Madeleine McCann.

Jaguar XJR 6 del sospechoso

La Policía alemana, que trabaja estrechamente junto a la Metropolitan Police y la Policía Judiciária portuguesa ha ofrecido una recompensa de 10.000 euros a cualquier persona que proporcione inormación de valor que ayude a resolver el caso. De hecho, ha lanzado una web para que se puedan aportar fotografías u otros archivos que contengan pruebas sobre el caso.

La Fiscalía alemana de Braunschweig asume que Madeleine McCann está muerta y supone que el autor del asesinato es Christian Brückner. Una de las pistas más relevantes para apuntar al sospechoso son dos números de teléfono móvil, uno de los cuales se cree que fue utilizado por el él el día de la desaparición de Madeleine.

El primero de ellos es +351912730680. Las "extensas investigaciones" han llevado a los investigadores a creer que el sospechoso usó este número y recibió una llamada desde las 19:32 hasta las 20:02 horas del 3 de mayo desde el área de Praia da Luz.

El segúndo número de teléfono es el +351 916 510 683 y es el móvil desde el que se realizó esa llamada sospechosa: la persona que la realizó no estaba en el área de Praia da Luz.

Este dato es importante ya que la Policía cree que la persona que realizó esa llamada es un testigo muy significativo por lo que piden ayuda para poder encontrarlo. "¿Alguna vez los llamaste? ¿Los tienes en tu teléfono, en un teléfono viejo o en tus contactos electrónicos?", pregunta la Metropolitan Police a la población general.

Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007, la pequeña de tres años desapareció de la habitación del apartamento que su familia había alquilado en Praia da Luz, en el Algarve luso, donde dormía junto a sus hermanos -dos gemelos de dos años- mientras sus padres cenaban con un grupo de amigos en el mismo complejo turístico.