"Milei, vos sos la dictadura"
Más de cien detenidos y decenas de heridos en la mayor represión policial de Milei contra las protestas de jubilados
Los detalles A pesar de que es habitual que los pensionistas se congreguen cada miércoles ante el Congreso argentino, en esta ocasión, se sumaron hinchas de fútbol después de que un agente le rompiera la muñeca a uno de ellos en otra protesta.

Resumen IA supervisado
Jubilados argentinos protestaron frente al Congreso contra el recorte de pensiones impulsado por el presidente Javier Milei. La manifestación, inicialmente pacífica, se tornó violenta tras una fuerte represión policial, resultando en más de un centenar de detenidos y varios heridos, incluyendo un fotoperiodista en estado grave. La jueza Karina Andrade ordenó la liberación de los arrestados, defendiendo el derecho a la protesta. Los jubilados, apoyados por hinchas de fútbol, sindicatos y movimientos sociales, exigen la actualización de pensiones y la restitución de beneficios. La represión fue criticada por su dureza y por afectar a un sector vulnerable de la sociedad.
* Resumen supervisado por periodistas.
Jubilados argentinos se congregaban este miércoles ante el Congreso argentino en protesta por el recorte de sus pensiones, impulsadas por el presidente de Argentina, Javier Milei. Lo hacen de forma habitual, pero en esta ocasión algo cambió porque lo que era una protesta pacífica, a la que se unieron hinchas de fútbol, sindicatos y movimientos sociales, terminó en la mayor represión policial vista en el país desde la llegada de Milei a la Casa Rosada. El resultado, más de un centenar de detenidos -siete sindicalistas-, decenas de heridos y hasta un fotoperiodista en estado gravedad.
Horas después, la jueza de lo Penal Karina Andrade ordenó la liberación inmediata de los arrestados al considerar que "se encuentra en juego un derecho constitucional fundamental como es el derecho a la protesta y a la libertad de expresión", según recoge el escrito del que se ha hecho eco el diario 'Página 12' y ha recogido Europa Press.
Los jubilados, que se encuentran en su mayoría en situación de pobreza por sus bajos ingresos, reclaman una actualización de las pensiones, la restitución de la cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, que vence este marzo y que daba pensión a aquellas personas sin suficientes años cotizados.
Según recoge la agencia EFE, cerca de las 16:30 hora local, es decir, las 19:30 en España, cientos de policías que se encontraban apostados desde temprano en las inmediaciones del Congreso, comenzaron a cargar contra los manifestantes que cortaban de forma pacífica las avenidas Rivadavia e Hipólito Yrigoyen, en pleno centro de Buenos Aires. Todavía no eran las 17:00 cuando Beatriz Bianco, de 87 años, fue empujada por un policía, que le golpeó la cabeza contra el asfalto terminando en el hospital.
Y es que los agentes no dudaron en rociar con gases lacrimógenos y golpear con palos a quienes protestaban hasta que lograron despejar la avenida Entre Ríos, que atraviesa la plaza donde se levanta el imponente edificio. En respuesta, algunos ciudadanos tiraron piedras. Eso sí, los gases lanzados ya provocaba que quienes se acercaban al Congreso, donde ya es una tradición ver a los jubilados manifestarse cada miércoles, sentían el picor del gas en los ojos, las fosas nasales y la garganta.
"Qué triste debe ser tener que pegarle a un jubilado para poder comer"
Minutos después, un camión empezó un recorrido a través de la avenida hasta Bartolomé Mitre expulsando fuertes chorros de agua. Allí, otro grupo de manifestantes intentaba acercarse a la plaza y cantaba canciones contra el Gobierno y las fuerzas de seguridad, con letras como "qué triste debe ser tener que pegarle a un jubilado para poder comer", "Milei, vos sos la dictadura" o "que se vayan todos".
Ante la carga policial, los manifestantes comenzaron a replegarse y se dirigieron hacia la Casa Rosada, sede del Gobierno. De nuevo, volvía la represión cuando un grupo de agentes motorizados subieron a sus vehículos para perseguir a los manifestantes. Fue en la Avenida de Mayo donde apareció volcado e incendiado un vehículo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires a los que varios manifestantes increparon a otros acusándolos de ser infiltrados y causantes de los disturbios.
En este ambiente, un grupo se resguardaba sobre la mítica avenida Callao. Entre ellos un hombre con los ojos rojos por el efecto de los gases, quien, ahogado en lágrimas, dijo a EFE: "Están destruyendo el país, esta represión ya la tuvimos muchas veces". Al anochecer, la Policía volvió a tomar la avenida Rivadavia y volvía a empujar a un grupo de jubilados.
Hinchas de fútbol, con los jubilados argentinos
Héctor, que portaba un cartel con la frase "Basta de genocidio silencioso" contó a EFE que cobra la jubilación mínima (menos de 300 dólares mensuales): "Estamos defendiendo nuestros derechos y queremos que se vaya este gobierno hambriador". Por su parte, Liliana, otra habitual de los miércoles, se acercó a uno de los oficiales y le gritó: "Qué papelón como nos tratan. Vayan a ayudar a Bahía Blanca [ciudad donde ha habido una gran inundación] en lugar de reprimirnos": "Están armados hasta los dientes contra los jubilados", lamentaba en declaraciones a EFE.
A ellos se sumaron hinchas de distintos equipos de fútbol, incluso rivales, como Carlos, de 75 años y fanático de Chacarita Juniors quien subrayó que si tiene que "perder la vida luchando como un jubilado" la perderá, pero para que sus hijos y nietos sean "libres" porque "esta patria no merece lo que tenemos en el gobierno", clamaba también ante la agencia EFE.
En definitiva, "es impresionante lo que están haciendo con los abuelos, no se puede permitir, hay que parar esto", denunciaba una joven que se acercó hasta el Congreso en nombre de su madre y sus abuelos. Por su parte Pablo, con camiseta del club Ferrocarril Oeste y que se resguardaba junto a su pareja, de Boca, de la violencia policial, también lamentaba la situación de los jubilados, ya que "no pueden vivir con lo que están cobrando".
Esta peculiar alianza entre fanáticos del fútbol y los jubilados surge después de los hechos ocurridos hace justo una semana, cuando un hincha de Chacarita Juniors, de 75 años, fue rociado con gases lacrimógenos, además de golpeado por la Policía, que llegó incluso a romperle la muñeca.
A la semana siguiente, ese club convocó a sus seguidores en protesta por la represión policial y para garantizar la seguridad de los jubilados.
La idea fue ganando adeptos gracias a una campaña viral en redes sociales, que convocó a los hinchas de todos los clubes a sumarse a la marcha de este 12 de marzo. Entre los manifestantes, camisetas de Boca Juniors avanzaban junto a las de River Plate, Tigre, Racing, Independiente y Argentinos Juniors, entre muchos otros. Muchos alzaban carteles con mensajes de apoyo como "Estamos con los jubilados". Los colores del fútbol se mezclaban con banderas sindicales y de partidos políticos.
Un fotoperiodista, herido grave
A raíz de las protestas, el fotógrafo argentino Pablo Grillo, de 34 años, ha resultado herido grave tras recibir el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza, lo que le provocó una fractura de cráneo, según ha confirmado su padre, Fabián Grillo. Grillo tomaba fotografías a los policías en la plaza del Congreso argentino, en Buenos Aires, cuando recibió el golpe.
Según se puede ver en un video que se hizo viral, Grillo estaba agachado para captar las imágenes cuando el cartucho impactó en su cabeza, lo que le hizo desplomarse en el acto. En las imágenes se puede apreciar también cómo el policía le apunta y dispara. Ahora su padre ha relatado que ha sido operada en el hospital Ramos Mejía de Buenos Aires, donde dice se encuentra "muy grave".
"Somos una familia de militares, lo decimos con orgullo. Él es militante y también fotógrafo, estaba trabajando de forma independiente, documentando, siempre lo hace", dijo Fabián a los periodistas congregados a las puertas del hospital, donde fueron trasladados otros heridos. Fabián Grillo dio detalles de la militancia peronista de su hijo después de que la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, dijera despectivamente de su hijo que era un militante kirchnerista y calificara a los detenidos de "criminales".
Para Bullrich, "violentos piqueteros, militantes de agrupaciones políticas y barras bravas"
De hecho, Bullrich había calificado a los detenidos de "de violentos piqueteros, militantes de agrupaciones políticas y barras bravas, que son integrantes de organizaciones criminales que operan con total impunidad desde hace años". "Los violentos detenidos hoy muestran lo peor de la decadencia que estamos dejando en el pasado", criticaba en una publicación de X.
Asimismo, subrayó que "los más de cien detenidos enfrentan penas de hasta 20 años de prisión" gracias a la "nueva ley antimafia". "Se terminó el tiempo de los aprietes, la extorsión y el negocio del miedo. Vamos a desmantelar estas estructuras delictivas. En Argentina manda la ley, no los barras, ni la izquierda", ha dicho.
El origen
Los jubilados han sido los más golpeados por la "motosierra" de Javier Milei, cuyo gobierno ha llevado adelante un ajuste profundo y salvaje del gasto público en Argentina con el objetivo de reducir la inflación.
En su última modificación del presupuesto 2024, el Gobierno recortó casi medio billón de pesos destinados al pago de jubilaciones y pensiones. La medida se justificó argumentando que, en julio pasado, el Ministerio de Economía había reforzado esa partida en previsión de una inflación más alta de lo que finalmente ocurrió. Ante esta diferencia, decidió recortar el excedente a través del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 1104/24.
En febrero de este año, el Gobierno de Milei oficializó un aumento del 2,7% en las jubilaciones para febrero de 2025, ajustado según la inflación de diciembre. Sin embargo, la jubilación mínima sigue rondando los 300 dólares, apenas en el umbral de la pobreza.
A esto se suma el creciente costo de vida, con especial impacto en el precio de los medicamentos, cuyos valores fueron liberados por el Gobierno y han aumentado muy por encima de la inflación, golpeando aún más los ingresos de los jubilados.
Ante este panorama, los jubilados reclaman una actualización real de las pensiones, la restitución de la cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, que vence en marzo y permitía acceder a una pensión a quienes no contaban con los años de aportes suficientes.