La BBC fue uno de los medios en dudar de la versión de Camerún sobre la matanza de varias mujeres junto a sus hijas. El vídeo de esa masacre no tardó en viralizarse hasta levantar las primeras especulaciones en torno a la procedencia de las imágenes y, a posteriori, las sospechas en torno a las explicaciones del Gobierno camerunés.
Desde Yaundé insistían en que las acusaciones sobre sus milicias no eran más que 'fake news' y que se trataba de un asesinato que habría ocurrido en Malí. La BBC se esforzó en discutir las explicaciones de Camerún tratando de responder a preguntas cuya respuesta quedaba en el aire: ¿dónde y cuándo ocurrió? y, sobre todo, ¿quiénes eran los asesinos? Un hilo en la cuenta de Twitter de BBC África responde a estas cuestiones y aclara la masacre.
Las imágenes del vídeo que se había hecho viral eran el único apoyo en el que basar la investigación de la BBC. En ellas, aplicando una mirada forense, fueron capaces de detectar unas montañas. A partir de ahí, comparando la topografía con fuentes camerunesas, localizan la región donde se habrían sucedido esos asesinatos: en Camerún, a pocos metros de la frontera con Nigeria.
Su análisis es tan detallado que la investigación da con la escena exacta del crimen: un puesto de combate de los militares de Camerún que utilizarían en su lucha contra Boko Haram.
Diseccionando las imágenes de satélite, el equipo de la BBC se fija en elementos como una muralla de reciente construcción o unos edificios derruidos para obtener un rango de fechas fiable.
Recurriendo al análisis climatológico y utilizando la figura de los soldados que aparecen en el vídeo a modo de relojes de sol, los periodistas son capaces de acotar la fecha de la barbarie: los asesinatos se habrían cometido entre el 20 de marzo y el 5 de abril de 2015.
La última pregunta pasaba por desenmascarar a los asesinos. ¿Quiénes son? BBC África desmonta las dos últimas "coartadas" del Gobierno de Camerún recurriendo a las redes sociales: su ejército sí usa fusiles como los que aparecen en la brutal ejecución y, en ocasiones, el mismo uniforme; algo que habían negado desde el ejecutivo camerunés.
A través de los apodos que se oyen en la grabación, los periodistas señalan y ponen cara a tres responsables de la atrocidad. Sus nombres figuran entre las siete detenciones que, de tapadillo, llevó a cabo el Gobierno camerunés, que ahora pide para sus detenidos un respeto que ellos no tuvieron con sus víctimas.