José Luis Ábalos se atrinchera en el escaño y pasará al Grupo Mixto. Así lo ha confirmado el propio exministro este martes desde el Congreso, en una comparecencia plagada de agrios reproches hacia la dirección del PSOE, tras apurar el plazo que Ferraz le había dado para renunciar a su acta de diputado a raíz del 'caso Koldo'.
"Ante la necesidad de defenderme y restituir mi honor como diputado y como persona y ante la necesidad de no comprometer al Grupo Parlamentario Socialista, he decidido pasar al Grupo Mixto", ha anunciado. Una decisión que ha descrito como "drástica" y "muy difícil en lo personal", durante una intervención en la que se ha emocionado al despedirse, con la voz quebrada, de sus hasta ahora compañeros de bancada, en la que en todo momento ha insistido en su inocencia.
"No puedo acabar mi carrera política y mi trayectoria como un corrupto cuando soy inocente", ha aseverado en este sentido el que fuera titular de Fomento y, posteriormente, de Transportes en los dos primeros Ejecutivos de Pedro Sánchez. "Defender mi honor desde el Grupo Mixto me permitirá seguir defendiendo mis ideas y ojalá también asistir al final de esta partida obligando a quienes ahora pretenden echarme a la calle por la puerta de atrás tengan que mirarme a la cara", ha sentenciado.
"Nunca me hubiera imaginado fuera de estas siglas, a las que he entregado mi vida desde muy joven", ha lamentado asimismo Ábalos, que ha trasladado ante los medios -de quienes no ha aceptado preguntas- su dolor y sensación de soledad: "Siento que me enfrento a todo, vengo solo en mi coche, no tengo secretaria, no tengo a nadie detrás ni al lado, me enfrento a todo el poder político, quién me lo iba a decir, de una parte y de otra, y lo tengo que hacer solo".
La víspera, Ábalos había dimitido ya como presidente de la Comisión de Interior de la Cámara Baja, pero sin renunciar al acta parlamentaria, después de que la Ejecutiva Federal del PSOE se la solicitara formalmente y le diera 24 horas para entregarla. Un plazo que el exministro ha estirado antes de comunicar su decisión de no abandonar el escaño este martes, al filo del inicio del pleno en la Cámara Baja.
Así, pone un abrupto fin a su larga relación con la formación en la que ha militado más de 40 años, que tras su comparecencia ya ha anunciado la apertura de un expediente de baja cautelar. Unos acontecimientos que se han desencadenado tras el estallido del caso que salpica a quien fuera su mano derecha, Koldo García, detenido la semana pasada por su presunta implicación en una trama de comisiones ilícitas en la compraventa de mascarillas durante la pandemia.
A este respecto, Ábalos ha insistido este martes en que no está implicado en el caso y ha argumentado que si renunciara al escaño "se interpretaría como un signo de culpabilidad" y solo provocaría su "estigmatización" personal además de política. "No estoy acusado de nada, ni formo parte de la investigación en curso ni tampoco tengo ningún enriquecimiento ilícito", ha defendido.