"La seguridad era uno de los aspectos más importantes para [Víctor de] Aldama", aseguraba el alto cargo de la Guardia Civil imputado en la instrucción que investiga la 'trama Koldo', Rubén Villalba. Es precisamente por esta razón que recurrió a sus servicios por los que le podría haber aportado más de 80.000 en efectivo con el fin de que garantizase la seguridad interna y externa de la presunta organización criminal. Sus miembros, incluido Koldo García, le pedían que hiciera consultas en las bases de datos de la Guardia Civil como la referente al presidente del Gobierno, simulación de "barridos" para descartar la presencia de dispositivos de vigilancia, pero también móviles analizados y seguros. Uno de ellos fue utilizado por el exministro socialista, José Luis Ábalos.
"Incluso al ministro lo he visto yo con alguno de los teléfonos que nos pedía Koldo", decía Villalba en una conversación con otro agente y que recoge la UCO en su nuevo informe al que ha tenido acceso laSexta. Es cierto que "lo de la parte de Koldo", admitía, desconocer "lo qué hacía con esos teléfonos", pero sí que aseguraba que en "la parte de Víctor [Aldama]" él se "encargaba de que cada vez que había que cambiárselo". El papel de este agente, entonces, sería el de gestionar "estos teléfonos cambiándoselos y destruyendo los antiguos".
De esta manera, el comandante imputado "consiguió que Aldama pudiera comunicarse de manera segura y al margen de una eventual acción judicial/policial (…) con otros miembros de la presunta organización delictiva". Pero, también Koldo "habría sido dotado de este tipo de terminales móviles sobre todo durante su período desempeñando labores profesionales para el Ministerio" de Transportes, que en aquel momento dirigía Ábalos.
Eso sí, el más preocupado por esta cuestión era el que fuera presidente del Zamora F.C. En el informe se recoge que el empresario "requeriría una cantidad elevada de terminales móviles en espacios temporales relativamente cortos, ya que en algunos casos llegaba a requerir entre dos o tres teléfonos por mes". Según señala Villalba, Aldama de decía que "contaminaba" los terminales al hablar con terceras personas externas a su grupo.
Es, precisamente, este asunto mediante el que Villalba trataba de justificar las grandes cantidades que recibía el comandante de la Guardia Civil con el fin, en un principio, de "sufragar los altos costes den la seguridad de las comunicaciones". "Pues eso era sumar y cada vez iba dando 2.000 euros para pagar", decía Villalba a otro agente, al tiempo que le aseguraba que eran "de usar y tirar". No obstante, su interlocutor se mostraba incrédulo.
Cuestión que también hace sospechar a los investigadores tras encontrar una "conversación de WhatsApp entre Aldama y [su secretaria] Piedad [Losada], en el que esta última le envía una imagen de una caja de un teléfono móvil, de la marca Alcatel modelo 1 con dos aerosoles de defensa personal de dotación de la Guardia Civil, indicando que se lo había traído Rubén [Villalba]".
Así, los investigadores de la UCO concluyen que "mediante el análisis de las evidencia que obran en la causa, ha quedado patente la dotación a los investigados Koldo y Aldama de una línea segura de comunicaciones de telefonía móvil". Su objetivo "que no les pillaran", asegura en otra conversación recogida entre Villalba y otro agente.