Garrido, designado candidato del PP para tomar las riendas de la Comunidad por la dirección nacional, ha contado en la segunda sesión del pleno de investidura con 65 votos a favor (48 del PP y 17 de Cs) y 64 en contra (37 de PSOE y 27 de Podemos).
El hasta ahora presidente en funciones, en sus palabras previas a la votación, ha pedido la confianza de la Cámara porque Madrid y los madrileños "merecen" que el programa de Gobierno que presentó el PP en 2015 siga siendo "desarrollado y completado" y para que la X Legislatura siga adelante "con todos sus objetivos, presupuestos aprobados y capacidad de gestión".
Sin embargo, ha admitido que "nada funciona nunca por sí solo" y que es necesaria una acción política, una iniciativa política basada en la libertad, la confianza en la sociedad, en la solidaridad y en los principios y valores que han sido capaces de sacar al país en momentos difíciles".
Para ello, ha asegurado que va a proporcionar "siempre cercanía a los ciudadanos", teniendo en cuenta sus "puntos de vista" y "necesidades cotidianas". Gobernará, ha dicho Garrido, con "vocación de escuchar a todos" y por ello, ha solicitado la colaboración a todos porque "todos son Madrid".
Es "imprescindible", ha dicho, para el proyecto de "convivencia" más allá de los proyectos políticos. En la misma línea, Garrido ha asegurado que va a gobernar "con dedicación" y "seriedad" y con la visión que tiene de política basada en servir a los demás, con "compromiso y profesionalidad".
"La gran meta de Madrid pasa por que esta empresa compartida de progreso cuente con todos y sea provechosa para todos", ha añadido. Finalmente, ha pedido la confianza para construir un Madrid "más próspero y más justo, equilibrado, vivo y atractivo, sin imposiciones" con un proyecto político para impulsar "al servicio de los proyectos de vida de todos los madrileños".