En su declaración como testigo, a petición de la defensa de Luis Bárcenas, Arenas, tras jurar decir verdad, ha explicado que cuando él era secretario general entre 1999 y 2003, Bárcenas era gerente y como tal dependía del entonces tesorero del PP Álvaro Lapuerta, que estuvo imputado en esta causa y al que finalmente no se ha podido juzgar por sufrir demencia.
"No tengo ni idea" de quién recibía los donativos, ha dicho Arenas a preguntas del abogado de Bárcenas, para luego añadir que esa función era del tesorero y ha recordado que en una conversación con Lapuerta este le explicó que las fuentes de financiación del partido "tenían que ver con ayudas públicas, cuotas de militantes y donaciones, que representaban un porcentaje muy pequeño".
Según su testimonio, Lapuerta era el único responsable de las cuestiones administrativas y económico financieras del partido, pero "ni él ni nadie" tenía atribuciones para llamar a ningún cargo público o ministro para preguntarle por asuntos de adjudicaciones.
El tesorero, ha proseguido, recibía los poderes del congreso del partido y era miembro nato de la junta directiva nacional, sus funciones eran fundamentalmente administrativas, de preparación presupuestos, ejecución del mismo, ordenación del gasto y lo relativo a los ingresos.