La diputada del PP Beatriz Escudero, que protagonizó un tenso rifirrafe con Gabriel Rufián, diputado de ERC, en el Congreso, afirma que no se arrepiente de su reacción y cree que se merece que ella le llamara "imbécil" por guiñarle un ojo.
Escudero asegura que no escuchó lo de la "bandera del pollo" y pensó que Rufián se metía con la bandera constitucional cuando le increpó. "Intento no escucharle nunca porque no aporta nada", añade la diputada.
Además, culpa a Pedro Quevedo de permitir que se hayan traspasado los límites en las comparecencias. "Esto es consecuencia de la tolerancia y permisividad que ha dejado el presidente de la Comisión".
Gabriel Rufián y la vicepresidenta de la Mesa, Beatriz Escudero, han protagonizado un tenso rifirrafe en la comisión de investigación de la financiación irregular del PP. El político catalán la ha llamado "palmera" y, según ella ha afirmado, le "ha guiñado" un ojo, lo que ha indignado a Escudero que ha abandonado la sala tras llamarle "imbécil".