La Policía Local de Valencia y la Policía Nacional han tenido que intervenir en la plaza de la Virgen después de que el cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, se haya saltado el confinamiento para celebrar la fiesta de la Virgen de los Desamparados, incumpliendo así con las restricciones impuestas por el Gobierno en el estado de alarma para evitar la propagación del coronavirus.
En concreto, los agentes han procedido a la clausura del lugar tras tener conocimiento de que, sobre las 11:30 horas, se habían abierto las puertas de la basílica para que los fieles pudieran visitar y ver a la patrona de la ciudad. Una actuación calificada como "irresponsable" por el concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento, Aarón Cano.
Así lo ha recogido el diario 'Levante', que se ha echo eco de las declaraciones de Cano. El concejal ha acusado a Cañizares de "hacer trampa" y de llevar a cabo una acción "muy grave" contra la salud pública. Además, la Policía Local ha elevado al Ministerio de Interior una propuesta de denuncia al Arzobispado por la aglomeración producida.
Cano ha explicado a la agencia EFE que se habían enviado agentes en la plaza de la Virgen porque pensaban que podría "ir gente de forma particular" pero "no" que el Arzobispado pudiera abrir la puerta "sin avisar y sin mediar palabra".
Según se puede apreciar en las imágenes, tras la apertura de la basílica numerosa personas han accedido al interior de la misma sin ningún control e incumpliendo las medidas de seguridad decretadas por el Gobierno. Poco después, han aparecido las fuerzas policiales para clausurar el templo.
El Arzobispado asegura que tomó las medidas de seguridad adecuadas
Fuentes del Arzobispado han señalado a EFE que la misa se ha realizado a puerta cerrada sin fieles y, al terminar, se ha abierto la puerta y la imagen peregrina se ha podido ver desde el interior y sin salir. "apenas el tiempo que dura la interpretación del himno".
Han indicado que la imagen la han podido ver las personas que estaban en ese momento en la plaza y han hecho hincapié en que había varias patrullas de la Policía Local "que no han intervenido", y que los miembros de Cruz Roja "han advertido a la gente que guardara las medidas de seguridad".
Las mismas fuentes han explicado que como cada día del estado de alarma el templo se abre dos horas por la mañana y otras dos por la tarde, y que este domingo la apertura ha entrado "dentro de la normalidad de cada día".
No obstante, han señalado que al pensar que este lunes se pasaba a la fase 1 de la desescalada, se había intensificado la desinfección del templo y se habían marcado los bancos para que la gente supiera dónde se podía sentar y como cada día se ha controlado el aforo y las distancias y no se ha dejado entrar a nadie sin mascarilla.
La celebración del Día de la Virgen, al igual que todas las fiestas de carácter religioso o no, está prohibida desde que el Gobierno pusiera en marcha un paquete de medidas restrictivas en el marco del estado de alarma con el objetivo de controlar la pandemia de la COVID-19 que azota a todo el planeta, siendo España uno de los países más afectados.