El rey emérito Juan Carlos I abandona España. Así lo ha anunciado el monarca y padre del actual jefe del Estado español, Felipe VI, a través de un comunicado oficial difundido por la Casa Real en el que afirma que toma la decisión "con profundo sentimiento, pero con gran serenidad". Según consta en el documento, el actual monarca ha transmitido al rey emérito "su sentido respeto y agradecimiento ante su decisión".
Precisamente, en este comunicado ha querido remarcar "la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional de servicio a España y a la democracia". Al mismo tiempo, ha querido reafirmar "los principios y valores sobre los que ésta se asienta, en el marco de nuestra Constitución y del resto del ordenamiento jurídico".
Esta es la carta que ha enviado Juan Carlos I a su hijo Felipe, rey de España:
"Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad. Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen.
Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España.
Una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad. He sido Rey de España durante casi cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona.
Con mi lealtad de siempre.
Con el cariño y afecto de siempre, tu padre".
Juan Carlos I, que en ningún momento explica a qué país se ha trasladado, ha tomado esta decisión después de situarse en el centro de la polémica a lo largo de las últimas semanas por una serie de escándalos relacionados con cuentas opacas y posibles delitos de blanqueo y fraude. Su marcha se ha producido tras la apertura de las investigaciones por fiscales suizos y españoles sobre sus supuestos fondos en paraísos fiscales.
Juan Carlos permanece a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación"
Fue a la luz de estas informaciones cuando comenzó la ruptura 'profesional' de Juan Carlos I con Felipe VI y la Casa Real, y que culminó el 15 de marzo, fecha en la que el actual rey anunció que el monarca emérito dejaría de percibir la asignación de casi 200.000 euros anuales de los fondos públicos al tiempo que renunciaba a cualquier tipo de herencia que pudiera corresponderle de las cuentas de su padre en el extranjero.
Poco después de que el rey emérito haya dado a conocer públicamente esta decisión, su abogado ha emitido un segundo comunicado bajo orden del monarca para hacer un apunte: "Me ha dado instrucciones para que haga público que, no obstante su decisión de trasladarse, en estos momentos, fuera de España, permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuna".
Los frentes judiciales del rey emérito
Juan Carlos I tiene actualmente varios frentes judiciales abiertos, razones que han motivado su marcha de España. En concreto, son tres. En primer lugar, la Fiscalía suiza investiga los supuestos fondos ilícitos que el rey emérito habría ocultado a través de testaferros y diferentes sociedades.
En segundo lugar, la investigación abierta por parte de la Fiscalía del Supremo en España para dilucidar, entre otras cuestiones, si recibió una presunta comisión de 65 millones de euros por la adjudicación del AVE a la Meca. Las autoridades fiscales quieren determinar si a partir de 2014, una vez que abdicó y dejó de ser una figura inviolable, pudo cometer posibles delitos de blanqueo de capitales y fraude fiscal.
Fuentes del Ministerio Fiscal han explicado que esta decisión de abandonar España no perjudica a la investigación, que en estos momentos se encuentra centrada en el examen de toda la documentación remitida desde Suiza. Finalmente, el tercer frente judicial que tendría Juan Carlos I es la reapertura del 'caso Carol' por las grabaciones del excomisario Villarejo en la que Corinna desvelaba supuestos negocios opacos por parte del rey emérito.