Así consta en el sumario de la causa y en la que la Policía pide dar consideración de testigo protegido al 'forero', que acudió asustado a las autoridades tras comprobar que un tal 'Driss Soprano', con el que había discutido en la red social, era en realidad uno de los terroristas de Barcelona y Cambrils.

Para esa fecha, 18 de agosto, todos los mensajes amenazantes habían sido borrados. Este dato evidencia el carácter violento de Oukabir, cuyo hermano Moussa fue uno de los cinco miembros de la 'célula' terrorista abatidos en Cambrils, y que antes de los hechos había sido juzgado por maltratar a su novia.

Driss Oukabir llegando a los juzgados

El análisis de su teléfono móvil evidenció además los mensajes amenazantes que Oukabir envió a su novia durante los cuatro meses previos a los atentados, diciéndole que le iba a "arrancar las orejas con alicates" y que acabaría en el cementerio y él en la cárcel porque "no hay otro camino".

Según el atestado policial, el internauta señaló en su declaración que solía participar activamente en un foro de Facebook llamado "lapaginademohamedennouassi". Durante un debate con un tal Oukabir Soprano el 6 de agosto del 2017 éste le espetó: "Cristiano de mierda, cállate que tu no puedes hablar del Islam". Posteriormente, el tal Driss pasó a las amenazas con frases como "...te voy a destrozar y tus pedazos los voy a echar a los cocodrilos".

Driss Oukabir alquiló la furgoneta del atropello

Oukabir se identificaba en su página de Facebook como una persona que vivía en Ripoll (Girona) y que provenía de Marsella, pero a raíz del atentado de Las Ramblas el internauta reconoció al sujeto que le había insultado y amenazado como uno de los terroristas detenidos debido a las innumerables imágenes que salían publicadas en los medios de comunicación.

Al volver a entrar en la página ese mismo día comprobó que todos los comentarios del tal Soprano habían desaparecido o fueron borrados. Se da la circunstancia de que Oukabir, estando ya en prisión preventiva por los atentados, fue condenado el pasado 28 de marzo a seis meses de cárcel y a no poder acercarse a la chica por unos hechos ocurridos meses antes de la masacre, en enero de 2017, cuando agarró con fuerza el cabello de su pareja y la arrastró por la escalera del edificio donde convivían. La mujer negó lo ocurrido durante el juicio, aunque dos vecinas lo corroboraron.