Mariano Rajoy afirma, pese a que no era intención, que "el Gobierno ha tenido que aplicar el artículo 155". El presidente del Gobierno se ha mostrado contundente con el Govern de Puigdemont, asegurando que "no se pueden hacer peor las cosas".
Por eso, dice que se han fijado cuatro objetivos: "Volver a la legalidad, recuperar la normalidad y la convivencia, continuar con la recuperación económica y celebrar elecciones".
Y para conseguirlos, Rajoy ha enumerado las medidas más importantes, como son "proceder al cese del President, del vicepresident y de los consejeros que integran el consejo de gobierno de la Generalitat de Cataluña".
Sus funciones las asumirán los órganos y autoridades que se designen desde el Gobierno, y en principio, "la idea será la de que los Ministerios asuman esta responsabilidad".
Sin embargo, Rajoy afirma que la autonomía y el autogobierno no se suspenden. "El Parlament de Cataluña ejercerá la función representativa encomendada, pero para garantizar que se haga con pleno respeto al Estatuto de autonomía de Cataluña y a la Constitución", aclara.
Esto quiere decir que el Parlament tendrá restricciones. De esta manera, el líder popular explica que "el President del Parlament no puede proponer candidato a la presidencia de la Generalitat, ni el parlamento puede celebrar debate ni votación de investidura".
Además, todo estará controlado por un órgano designado por el Senado. Pero hay más, porque también se anuncia que "por parte del Parlamento no se podrán adaptar iniciativas contrarias a la CE y al Estatuto de autonomía de Cataluña"
Y todo, con un objetivo fijado, el de celebrar elecciones en un plazo máximo de 6 meses porque, según Rajoy, el diálogo que está fuera de la ley no es diálogo.