Iván Espinosa de los Monteros fue condenado por llevar a cabo una obra sin licencia en una de sus viviendas en Madrid en 2010. Entonces, el juez le impuso una multa y el Ayuntamiento ordenó la demolición de la casa.
Pero lejos de cumplir con esta orden, vendió la casa a David Naranjo, productor de 'Ocho apellidos vascos' por una cantidad de 1,1 millones de euros. Todo ello, según publica El País, sin advertirle de la orden de derribo que existía sobre la vivienda.
El cineasta descubrió lo ocurrido siete años después y ahora tiene que hacer frente al coste de de la demolición, de unos 22.000 euros. Tras conocerlo, recurrió la decisión judicial, pero la sentencia le obliga a demoler la planta del sótano.
Este no es el primer escándalo inmobiliario que tienen que enfrentar el portavoz de Vox y Rocío Monasterio, la líder del partido de extrema derecha en la Asamblea de la Comunidad de Madrid.
Hace solo una semana, el 22 de noviembre, salió a la luz que Arturo Valls ha demandado a Monasterio por venderle un loft ilegal. Según el actor, su vivienda era un local comercial y no contaba con las licencias necesarias.
Además, la dirigente de Vox fue investigada por, presuntamente, firmar proyectos como arquitecta sin disponer del título. Una denuncia que quedó archivada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), alegando que solo tiene competencias para investigar a sus colegiados y que ella no lo era en ese momento.