Caso Koldo

La expareja de Ábalos admite que cobraba de dos empresas públicas sin ir a trabajar

¿Por qué es importante? Jésica Rodríguez, la que fuera pareja del exministro Ábalos, ha declarado este jueves como testigo ante el juez del caso Koldo, donde ha desvinculado a Ábalos del pago del piso en el que vivió y de sus contratos públicos.

La expareja de Ábalos, Jéssica Rodríguez, a su llegada al Tribunal Supremo, a 27 de febrero de 2025, en Madrid (España).

Jésica Rodríguez, expareja del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha declarado que entró a vivir en el piso de plaza de España a través de Koldo García, su exasesor, y ha excluido de esa responsabilidad al exministro. Así lo ha expresado este jueves en su comparecencia testigo en el Supremo, en el seno del caso Koldo, según fuentes jurídicas. Tenía que aclarar las circunstancias sobre el piso en el que residió dos años y medio, su contratación en dos empresas dependientes de Transportes y los viajes oficiales a los que acompañó al exministro.

Lo que ha contado beneficia en parte a Ábalos, y al mismo tiempo le compromete al dejar claro que estuvo enchufada y que viajó junto a Ábalos sin tareas asignadas. Ella ha querido dejar claro que nunca pidió a Ábalos que la colocara en ningún puesto.

La exnovia de Ábalos, que ha llegado admite que estuvo contratada en dos empresas públicas, Ineco y Tragsatec, empresas gestionadas por Transportes pero que nunca fue a trabajar. Ni fue, ni la llamaron. En su declaración, que ha durado 45 minutos, Rodríguez también ha dicho que en Ineco y Tragsatec le dijeron que la llamarían si la necesitaban, pero eso no sucedió. Curiosamente, y según aparece en el sumario de la causa, fue ella la que se quejó a con Joseba García, hermano de Koldo, de ser mileurista en Ineco: "Estos rojos comunistas que se llevan nuestros dineros", llegó a apuntar. Se quejaba de cobrar sin hacer nada.

En contraste, la imagen que ha dado este jueves Jésica es la de una persona mucho más frágil que la que representaba aquella conversación: cabizbaja y con gafas de sol, la mujer estaba visiblemente afectada desde su llegada al juzgado, tanto que el juez le ha permitido salir por otra puerta y esquivar así a la prensa y a activistas de extrema derecha que acuden con asiduidad a las puertas del Supremo en este caso.

Además, ha confirmado ante el juez Leopoldo Puente que viajaba en calidad de acompañante del ministro, sin función ni tarea asignada. También ha reconocido que la trama le pagó el alquiler del piso, pero que no sabía quién hacía esos pagos de 2.700 euros al mes. Ha añadido que si tenía algún problema en la vivienda, ella debía de llamar a Luis Alberto Escolano, socio del empresario Víctor de Aldama, y en caso contrario a Koldo, porque así se lo dijo este último. La Guardia Civil identificó a Escolano y a sus sociedades como verdaderos pagadores. El socio de Aldama tenía que declarar este jueves también justo detrás de Jésica, pero al final su declaración se ha suspendido, aunque se desconocen los motivos.

El juez retiró el pasaporte a Ábalos

Tras su segunda declaración ante el Supremo, Puente decidió retirar el pasaporte a Ábalos, al apreciar serios indicios de criminalidad. El juez considera que ha indicios de que Ábalos obtuvo beneficios económicos de la adjudicación a empresas de la presunta trama de contratos de obra pública y para la compra de material sanitario en plena pandemia.