El cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal, ha pedido a las administraciones, las asociaciones sociales y religiosas que contribuyan a que todo el mundo pueda vivir "en un hogar digno". Lo ha hecho a través de su carta dominical, titulada 'Nuevas esclavitudes', en la que se centra en la "falta de vivienda", algo que cree que "condena a las personas que lo sufren".
Para Omella, estamos ante una cuestión "grave que afecta a muchas personas", concretamente, "a todos". "Los que no tienen trabajo y los que lo tienen, pero no llegan a fin de mes; los jóvenes que quieren empezar una nueva vida o los ancianos que no pueden asumir el precio del alquiler", explica.
"No podemos limitarnos a considerar solo la dimensión económica de la vivienda. Tener una casa es mucho más. Cuando vivimos en un espacio, este se transforma en nuestro hogar, un lugar donde crecemos, donde cuidamos a nuestros seres queridos y somos cuidados, donde nos sentimos protegidos. Sin un techo, la salud se debilita, trabajar es difícil, convivir y relacionarnos con los demás se vuelve complicado", argumenta.
Omella también habla de las situaciones que "pasan desapercibidas", como el hecho de que más de un tercio de las familias acompañadas por Cáritas Diocesana de Barcelona que vivían en una habitación alquilada, tuvieron que cambiar de habitación por no poder pagar el precio que les pedían durante la pandemia. "En muchas de estas familias había uno o dos hijos en edad escolar. Cualquier cambio de habitación hacía más difícil llevar al niño a la escuela, ya que casi siempre les quedaba mucho más lejos", afirma el cardenal.