La polémica está servida nuevamente en torno a la figura de Alberto Garzón. Después de que varios dirigentes políticos -tanto populares como socialistas- pidieran que rectificase e incluso reclamaran su dimisión como ministro de Consumo al entender que atacó a la ganadería española en una entrevista concedida a 'The Guardian', y después de que el propio Garzón se viera obligado a desmentir públicamente las acusaciones publicando una transcripción de su encuentro con el medio británico, el titular del Gobierno ha vuelto a tener que dar explicaciones. Esta vez, en la Cadena SER.
En el programa 'Hora 25' han preguntado directamente a Garzón si tenía pensado dimitir, lo cual ha negado: "Estamos muy contentos con la línea de trabajo, convencidos de lo que hacemos, alineadas con Europa y hacer sostenible un modelo de consumo que ahora es insostenible. Y algunas expresiones más claras, como el impacto de las macro-granjas, tienen que ser abordadas desde la administración pública". Dicho esto, ha entrado a valorar nuevamente el motivo de la polémica.
"En oirgen, lo que tenemos es un bulo. Tenemos una empresa vinculada al lobby de la carne para tratar deteriorar imagen adversario", ha denunciado Garzón, apuntando que a este ataque "se sumó gente que se opone al menos a una parte del Gobierno, que se opone a una búsqueda de la veracidad de mis palabras y que niegan una evidencia, que es el impacto de las macro-granjas y que sí que está en contra de la ganadería". Y en este punto, ha asegurado: "Nosotros hacemos una política que aspira a traducir en políticas publicas la evidencia científica".
Volvería a repetir que parte de la carne exportada es de peor de calidad"
El ministro de Consumo ha insistido en que las palabras y decisiones de su departamento "están fundamentadas en datos, en trabajos de investigacion", y sobre la entrevista concedida a 'The Guardian', ha matizado: "Cuando a mó me invitan a hacer esa entrevista es porque hay interes en Reino Unido por conocer cómo lo hace el Ministerio". Y lejos de rectificar, ha aseverado que "volvería a repetir que parte de la carne exportada es de peor de calidad".
"Lo que dije tal cual lo dije es impecable, permítame la falta de humildad", ha subrayado Garzón, afirmando que la problemática de las macro-granjas "preocupa a la Comisión Europea". Ha ahondado en esta cuestión: "La ganaderia extensiva es la sostenible, y el problema viene con el otro tipo de ganadería, masiva, rápida y al menor costo posible, con gran cantidad de fertilizantes que traen problemas laborales y un gran impacto ecológico". Y ha recordado que La Comision Europea abrió expediente en 2018 por excesivo nivel de nitratos".
"Mis declaraciones son en calidad de ministro"
Para Garzón, el Gobierno y la población se encuentran "ante un problema internacional" y, por tanto, hay que actuar en consecuencia. Pero, después de sus declaraciones, podría generar un rechazo del turismo al consumo de la carne de España. ¿Tiene miedo Garzón a esta u otras posibilidades similares? "Absolutamente no. Todo el mundo que nos escucha sabe perfectamente que la calidad en extensivo es mejor que el modelo de macro-granja. El animal engordado con químico, ese tipo de carne de ese modelo productivo no tiene la misma calidad".
En contraposición, ha reivindicado Garzón que desde su Ministerio se alinean "con la ganadería familiar" y ha lanzado un dardo directamente a sus socios en el Ejecutivo, que recientemente se ha desmarcado de las palabras del titular de Consumo en 'The Guardian': "Creo en la política valiente, el Gobierno no tiene que esconder los problemas sino enfrentarlos". Y ha añadido, sin miramientos: "Yo estoy en contra de la macro-granja, pero mis declaraciones son en calidad de ministro de Consumo".