El Partido Popular debe buscar apoyos para formar un Gobierno en Castilla y León, y aunque las cuentas le salen con Vox, Alfonso Fernández Mañueco ha evitado pronunciarsesobre esta posibilidad de contar con la extrema derecha (ya sea dentro del Ejecutivo o por fuera, con un acuerdo programático). En este contexto, el PSOE ha movido ficha y les ha instado a romper con Vox en las comunidades en las que mantienen acuerdos si quieren plantear un abstención de los socialistas para investir a Mañueco presidente.

Este cordón sanitario no cuenta con la aceptación de Íñigo Errejón, líder de Más País, que ha advertido de que "nada le gustaría más a Vox que un cordón sanitario". Vaticina que si se le hace un cordón sanitario y "se le regala la extrema derecha poder presentarse como una forma antiestablishment, rompedora, que está en frente del resto de partidos", en las siguientes elecciones de Castilla y León serían primera fuerza.

"Que las fuerzas progresistas abandonen la iniciativa propia para convertirse exclusivamente en cancerberos que eviten que otros lleguen al poder es básicamente bajar la bandera, es renunciar a toda capacidad política propia y regalarles a otros ser las fuerzas antiestablishment en un momento en el que hay una profunda desafección contra la política", ha apostillado el político tras la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados. "Me parece que nada le gustaría más y que por tanto es una mala idea", ha reiterado.