El rey emérito Juan Carlos I vendió un coche de alta gama a su amigo el empresario Juan Miguel Villar Mir en 2010, cuando todavía reinaba, pero sin que el citado vehículo constara en el registro de la Casa Real.

El coche en cuestión es un Rolls-Royce Modelo Phantom descapotable, con un motor de 460 CV y valorado en más de medio millón de euros. Se trata de un vehículo al alcance de muy pocos y se desconoce cómo lo consiguió Juan Carlos I: si lo compró, si lo hizo la Casa del Rey o si fue un regalo al monarca.

"El vehículo no aparece inventariado ni en el parque móvil de la Casa Real, ni del Estado ni de Patrimonio Nacional", afirma José María Olmo, el periodista de El Confidencial que ha desvelado la información. "Para poder venderlo se tendría que haber hecho una subasta. El rey Juan Carlos I decide enajenar ese activo del Estado mediante una entrega directa", apunta el reportero.

El Roll-Royce, con apenas dos años y solo 2.000 kilómetros fue vendido por menos de la mitad de lo que costó al empresario Villar Mir, expresidente de OHL y amigo personal del emérito. Un año después, el emérito le concedió el título de Marqués de Villar Mir.