Ahora con la vivienda

Junts endurece su discurso migratorio: planea aumentar a diez años la residencia en Cataluña para optar a vivienda social

¿Por qué es importante? El alcalde de Sant Cugat, Josep María Vallès, ha propuesto a Puigdemont aumentar de tres a diez los años necesarios de residencia en Cataluña para poder optar a la vivienda social.

El líder de Junts, Carles Puigdemont

Junts trabaja en medidas para la vivienda social, aunque planteando trabas a los migrantes residentes. Ahora, el partido liderado por Carles Puigdemont quiere que, para optar a una vivienda social, se tenga que llevar empadronado al menos 10 años y no tres como hasta ahora. Y, aunque lo justifican que es para facilitar la vivienda a los jóvenes, encaja en su giro a favor del control de la migración.

Todo parte de la propuesta de Josep María Vallès, alcalde de Sant Cugat y de Junts, que le ha llegado a trasladar personalmente a Carles Puigdemont su proyecto: "Para tener u optar a un piso de protección oficial, tienes que estar tres años empadronado y queremos pasar a diez años".

El expresident, conforme con la idea, ha recogido el guante y plantea extenderla a otros municipios de Cataluña. "Entre las medidas que tenemos en cartera esta la tenemos que estudiar", le afirma a Vallès cuando éste le propone la propuesta en un encuentro publicado por la formación catalana. Con este argumento, dicen, tratan de evitar que se vayan los jóvenes autóctonos de Cataluña. "Este cambio pensado para impedir que nuestros jóvenes tengan que irse fuera", afirma el alcalde.

No obstante, la propuesta encaja con un endurecimiento del discurso de Junts con la migración, por ejemplo, vinculándola con la delincuencia. "No es que haya multirreincidencia. Hay inmunidad para una serie de gente", decía su secretario general, Jordi Turull, hace unas semanas.

El alcalde asegura que nada tiene que ver con los migrantes y afirma que es una cuestión de justicia: "No es justo. Hay que premiar a los que llevan muchos más años arraigados en el municipio".

En cambio, la oposición no ha visto con buenos ojos la idea. Los socialistas en el Ayuntamiento señalan que la medida perjudicaría a los jóvenes que ya han tenido que irse y se plantearan volver. "La política de vivienda no se hace con el padrón. ¿Qué pasa con estos cientos de jóvenes que ya no están y que su ciudad los ha expulsado?", afirma Elena Vila, del PSC.