En la última década, muchas viviendas se han utilizado para el turismo, pero con la crisis del COVID-19 los propietarios se replantean el modelo de arrendamiento.
María Mata, de ComprarCasa Apimonteleon, reconoce a laSexta que están recibiendo llamadas de los propietarios para "cambiar el uso de los inmuebles" ya que "no están obteniendo rentabilidad".
En muchos casos tienen que seguir afrontando gastos y, ahora, no ingresan. Antonio González, de Apartyment Real Estate, añade que la gran mayoría de propietarios "tienen hipotecas", lo que hace que algunos hacen que empiecen a plantearse la opción de vender.
En plataformas de alquiler ya notan un aumento de la oferta para vivienda habitual. Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, revela que el 11% del contenido que tienen ha pasado de ser alquiler turístico a alquiler tradicional.
Por el tipo de fotos, creen que en algunas zonas se ha optado también por el alquiler permanente. Desde la Federación Española de Pisos Turísticos estiman ya las pérdidas de 448 millones de euros y temen llagar a alcanzar los 2.900 millones a final de año.
No obstante, los expertos advierten de que éste no es un traspaso sencillo. Habrá que tener en cuenta las características de las viviendas y las necesidades de un cliente que quiere alquilar, una transformación que afecta principalmente a las grandes ciudades, como Madrid, donde se calcula que hay entre 10.000 y 15.000 viviendas turísticas.
Vecinos del barrio de Malasaña ya venían denunciando el exceso de estas viviendas y ahora creen que se aliviará la situación del mercado en la zona y ven una oportunidad para convivir. La venta de estas viviendas tampoco parece buena opción porque el mercado apunta a una bajado de entre el 9 y el 13% de los precios de la vivienda.