Una vez más, el PSOE ha movido ficha ante el desafío de José Luis Ábalos. Tras apurar el plazo de 24 horas que Ferraz le había dado para renunciar a su acta de diputado por el 'caso Koldo', Ábalos finalmente se ha negado. Este martes el exministro ha comparecido ante los medios y ha anunciado que se atrincheraba en el escaño y, por tanto, pasaba al Grupo Mixto del Congreso. Esta decisión no ha sentado nada bien en el partido socialista, quien ha catalogado el suceso de "auténtico drama". Desde el partido consideran que el exministro se tendría que haber apartado desde "el principio".
Fue el 21 de febrero cuando la llamada "Operación Delorme" salió a la luz. Varias personas, entre ellas Koldo García Izaguirre, el que fue asesor del exministro Ábalos, fueron detenidas por su presunta implicación en una trama de corrupción por cobro de comisiones ilegales en la compra de material sanitario durante la pandemia.
Ese mismo día, el presidente del Gobierno de Sánchez y líder del PSOE, Pedro Sánchez, quien se encontraba en una visita oficial en Rabat, se desvinculó completamente de Koldo y negó que hubiera cesado a Ábalos por este caso. Sánchez trasladó su "reprobación y reproche" hacia "cualquier intento de enriquecimiento a través del cobro de comisiones de una tragedia como fue la pandemia", algo que dijo que también se ha visto "en otras instancias y autonomías".
Desde entonces y a lo largo de la semana, diferentes dirigentes socialistas salieron en tromba en contra del exministro socialista. Incluso la vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, dejó en el aire la posibilidad, o más bien sugerencia, de que el diputado dejara su escaño. Esperaron creyendo que sería él el que finalmente daría el paso. Pero Ábalos no se movió ni anunció que dejaría el escaño. Fue entonces cuando el PSOE movió ficha. Santos Cerdán, enviado por Pedro Sánchez, fue a su casa el domingo a intentar convencerle de que abandonara el escaño, pero no lo logró.
Este lunes, ante las evasivas del socialista, el PSOE le dio un plazo de 24 horas para renunciar a su acta como diputado de la Cámara baja. Pero Ábalos se ha negado a cumplir con las exigencias de su partido en el que ha militado durante más de 40 años.
El PSOE abre expediente a Ábalos
Así, los socialistas se han visto obligados a mover ficha una vez más: echar a Ábalos del partido. A través de una resolución de seis páginas, el PSOE ha notificado de forma oficial su suspensión cautelar de militancia y la apertura de un expediente disciplinario.
Los hechos, dicen, podrían ser constitutivos de tres faltas "muy graves" y una "grave". La primera falta "muy grave" se debe al "abandono del cargo público para el que ha sido designado sin la autorización previa de los órganos del partido". Es decir, por el hecho de que el socialista se haya negado a abandonar su escaño y haya pasado al Grupo Mixto.
La segunda falta "muy grave" de la que habla el PSOE es por "actuar en contra de los acuerdos adoptados por la dirección del partido" y hace referencia a las 24 horas que le dieron para irse y no ha cumplido.
Otra de las "faltas muy graves" se debe a "menoscabar la imagen de los cargos públicos o de las instituciones socialistas". Tras el 'caso Koldo', el partido socialista se ha visto salpicado por un caso de corrupción en un momento delicado, con las elecciones vascas y europeas a la vuelta de la esquina.
La falta grave a la que hacen referencia en la resolución es "por la obstrucción a la labor y decisiones de los órganos del partido". El PSOE quiso dejar de lado al socialista, pero este se ha negado por completo a cumplir con las decisiones de su partido.
¿A qué sanciones se enfrenta Ábalos?
Debido a estas faltas graves de las que acusa el PSOE a Ábalos, este se podría enfrentar hasta a 36 meses de suspensión, e incluso la expulsión definitiva. Ahora, el exministro tiene sobre la mesa un nuevo ultimátum de su partido: el PSOE le ha dado cinco días para que les mande todas las pruebas que tenga para defenderse.