El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha visitado Barcelona para acompañar a los agentes de policía y los heridos en esta semana de altercados en Cataluña durante las protestas contra la sentencia del procés.
Sánchez primero ha acudido a la sede de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña y después los hospitales Sagrat Cor y San Pau. A la salida de uno de estos hospitales, el presidente del Gobierno en funciones iba escoltado por personal armado con una metralleta. Fuera, varios manifestantes se concentraban para protestar pacíficamente y pedir a Sánchez que dialogue con el Govern ante el conflicto catalán.
La imagen de uno de los escoltas dentro del coche con la metralleta y la ventanilla bajada, ha sido difundida y criticada en las redes sociales. Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, ha sido uno de los políticos que ha compartido y reprochado dicha imagen, acusando al PSOE de ser unos "pirómanos" porque el escolta portaba una metralleta "a un metro de manifestantes con pancartas".
También Jon Iñarritu, diputado en el Congreso por EH Bildu, ha criticado dicha situación. "Un abucheo pacífico hace que un escolta empuñe un subfusil. ¿Están nerviosos?", se preguntaba en su perfil de Twitter.
El jefe de investigación de laSexta, Manu Marlasca, ha explicado en Más Vale Tarde que "no es nada extraordinario" que el presidente del Gobierno vaya escoltado por personal con armas. Ese escolta pertenece a la Policía Nacional, al núcleo de reacción de la cláusula de seguridad del presidente del Gobierno, un dispositivo que lleva 40 años en marcha. Esa cláusula de seguridad acompaña siempre al presidente, vaya a Cataluña o a Zamora.
Además, Marlasca explica que el arma es un subfusil hk MP5 de nueve milímetros, y que lo lleva en esa posición "porque es un núcleo de reacción, preparado para actuar rápidamente".