Polémica escena la que se ha vivido este martes durante el Debate sobre el estado de la nación. Durante su intervención, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha mostrado en la tribuna del hemiciclo tres balas rojas que, según ha indicado, habrían sido empleadas por la Gendarmería marroquí en la reciente tragedia de Melilla. En concreto, se habrían usado para "matar" a 37 migrantes en el último asalto a la Valla.
El dirigente ha sacado de su bolsillo una a una hasta tres balas, asegurando que estas habían sido recogidas en la frontera por su compañera, la diputada María Carvalho Dantas. "Son balas con las que mataron a 37 personas", ha denunciado, provocando la indignación de la bancada socialista y, especialmente, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que seguía sus palabras visiblemente serio desde su escaño.
"No ustedes", ha querido precisar Rufián para dejar constancia de que la responsabilidad era de las fuerzas marroquíes. No ha bastado para recibir, de vuelta, una dura reprimenda por parte del líder del Ejecutivo. "Hoy se ha equivocado, señor Rufián. La exhibición de las balas es un error imperdonable. Y más en este hemiciclo, ni con fines probatorios", ha criticado con dureza Sánchez.
"El Congreso de los Diputados no es una corte penal, es el templo de la palabra", le ha recordado el presidente del Gobierno, quien en esta línea ha querido rememorar que en ese hemiciclo "entraron balas que están en los techos de esta cámara y fueron traídas por golpistas". Dicho esto, una vez más ha señalado que Rufián "se ha equivocado", lo que ha provocado un sonoro aplauso desde la bancada socialista.