Informe del Ivie
Las terribles cifras de la DANA: arrasa un 20% de la riqueza en Valencia y deja pérdidas de más de 17.000 millones
¿Por qué es importante? Por primera vez un informe cuantifica los daños de la DANA en la Comunitat Valenciana y arroja importantes conclusiones. Hace falta preveer más ayudas y más rápidas, en concreto para recuperar el tejido productivo.
El 29 de octubre de 2024 la DANA destruyó el 20% de todos los activos públicos, de empresas y particulares. Son los demoledores datos que arroja el primer informe que cuantifica los daños provocados por la DANA en Valencia. Lo ha realizado el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
El informe refleja que las ayudas previstas hasta ahora no son suficientes ya que las pérdidas alcanzan ya los 17.000 millones de euros. Una cifra que llegaría a los 20.000 millones si se suma el PIB perdido.
Además, el análisis del Ivie muestra una mirada larga al pasado, por la "insuficiente política de inversiones hidráulicas" en la zona y al futuro, con los crecientes riesgos derivados del cambio climático y los eventos climatológicos extremos.
Pérdidas muy superiores a las reflejadas en el PIB y ayudas insuficientes
El informe titulado Alcance económico de la dana del 29 de octubre en la provincia de Valencia explica que la DANA causó una destrucción de activos privados y públicos (viviendas, edificaciones e instalaciones comerciales, industriales y agrícolas, maquinaria, equipamiento e infraestructuras de todo tipo) que se traduce en una pérdida de riqueza para la provincia mucho más cuantiosa que lo que reflejará la caída del PIB inicial.
Dado que las pérdidas de riqueza son muy superiores a las que se producen en los flujos económicos (PIB, renta), las primeras deben guiar la cuantificación de las ayudas necesarias para recuperar el punto de partida.
"Hace falta más ayudas y mayor rapidez en su llegada al tejido productivo, a los hogares y a los municipios afectados"
Las pérdidas en términos de flujos de producción y renta dependen de la magnitud de los activos dañados y del periodo de reconstrucción y reparación de los mismos, por lo que es muy importante que las ayudas sean rápidas y proporcionales al daño causado, explica el informe, que es contundente: "De momento, las ayudas a fondo perdido aprobadas solo cubren una parte reducida de los daños estimados sobre el stock de capital. Hace falta más ayudas y mayor rapidez en la llegada de las mismas al tejido productivo, a los hogares y a los municipios afectados".
Ello se agrava por la "precaria situación de las finanzas públicas valencianas", señalan y avisan de que hace que sea decisivo el apoyo financiero del Gobierno central y de la UE.
Empleo y sectores más afectados
La zona afectada representa una de las mayores concentraciones de empleo industrial, comercial y logístico de la Comunitat Valenciana, por lo que la interrupción de la actividad o las alteraciones de los flujos de actividad, a lo largo de los meses en los que prolonguen sus efectos, supondrán fuertes impactos en el empleo y el PIB.
En el caso del empleo, según los últimos datos disponibles sobre los ERTES solicitados, los expedientes resueltos entre el 30 de octubre y el 8 de enero de 2025 afectan a 30.584 trabajadores en el conjunto de los municipios (29.046 si se excluye València), de los cuales 14.539 son de l’Horta Sud y 13.786 de la zona cero. El porcentaje de los trabajadores acogidos a ERTE se sitúa en el 7% en 89 municipios, en el 8,4% en l’Horta Sud y en el 7,6% en la zona cero.
Sin embargo, detrás de estos porcentajes hay importantes diferencias por sectores. En la zona cero, siete sectores son los más afectados, ya que sus porcentajes de trabajadores acogidos a ERTE superan el 12% de su afiliación: manufacturas (18,7%), comercio y reparación (17,7%), hostelería (34,7%), actividades inmobiliarias (19,2%), educación (15,5%), actividades sanitarias y de servicios sociales (12,9%), y actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (30,2%). En dos de ellos, el porcentaje se sitúa por encima del 30%, llegando a un máximo del 34,7% en la hostelería.
Daños agravados por la insuficiente inversión en infraestructuras hidráulicas
Este profundo análisis, refleja que los daños de la DANA se han agravado por el insuficiente esfuerzo inversor en infraestructuras hidráulicas y reclama mayor inversión.
La mayor parte de las inversiones hidráulicas las realizan las Administraciones Públicas y las Confederaciones Hidrográficas, pero en ambos casos se produce un fuerte ajuste a la baja a partir de 2009, como resultado de los recortes en las inversiones públicas que tienen lugar en España para controlar el déficit público al estallar la crisis financiera, explica el informe.
"De unas cifras anuales de inversión en infraestructuras hidráulicas en la provincia situadas entorno a los 200 millones de euros, se pasa a menos de 50 millones al año a partir de 2011, lo que supone una caída del 75% que se prolonga hasta los años más recientes", detallan.
Así, proponen un aumento de las inversiones: "la mayor probabilidad de que ocurran fenómenos meteorológicos extremos, y su mayor intensidad, obliga a aumentar las inversiones necesarias para protegernos de sus potenciales daños".
Nueve recomendaciones para afrontar la reconstrucción
- La estimación de las pérdidas de activos debe ser la referencia fundamental para cuantificar la necesidad de ayudas directas para la reconstrucción.
- Es fundamental que las ayudas tengan la potencia, agilidad y duración para responder a la magnitud del desastre, y reponer los recursos y los ingresos perdidos.
- Es necesario construir un sistema de indicadores que permita monitorizar la recuperación con el fin de impulsarla, advirtiendo del riesgo que supondría el estancamiento de las zonas más dañadas.
- Hay que aprovechar el potencial que tienen las nuevas herramientas de análisis (como las de georreferenciación) para realizar un diagnóstico más completo, detallado y riguroso del impacto de la dana.
- Es conveniente anunciar un plan de acción para prevenir y amortiguar los daños de futuros eventos climatológicos extremos, que infunda confianza en los inversores.
- Es necesario revisar en el futuro el ranking de prioridades de distribución del gasto público, de forma que adquiera más relevancia la inversión frente al gasto corriente.
- Es imprescindible aumentar el esfuerzo inversor en infraestructuras hidráulicas, y un adecuado diseño y localización de todo tipo de infraestructuras para minimizar la exposición a los riesgos que suponen los fenómenos extremos.
- Hay que aprovechar la estrategia de recuperación para modernizar y mejorar el tejido productivo valenciano (sobre todo teniendo en cuenta el problema estructural y generalizado de baja productividad), lo que es más factible en aquellos casos en los que la destrucción de activos ha sido más intensa.
- Las inversiones tangibles en prevención deben ser complementadas con otras en activos intangibles, que permitan contar con una potente organización de respuesta a las emergencias, dotaciones adecuadas de personal especializado y formado, entrenamiento de la ciudadanía para reaccionar adecuadamente frente a las catástrofes.
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