Para entender dónde empieza todo, dónde arranca el papel de Víctor de Aldama como el cerebro del 'caso Koldo', hay que irse seis años atrás. Al verano de 2018, al momento en que Ábalos es elegido Ministro de Fomento del gobierno de Pedro Sánchez. Junto a él, como escolta, Rubén. De apellido, Aldama. Su hermano.
Es a él a quien se le ocurre que a su hermano le vendría bien, como empresario, meter la cabeza en el ministerio para hacer negocios y logra que, en agosto, se reúna con Ábalos y con Koldo.
"Lo tienes a huevo para hacer cosas. Les has parecido muy profesional", reza un mensaje de Rubén para su hermano Víctor de Aldama.
Ahí es donde arranca todo. Ahí es donde comienza el hilo que une a Ábalos, Koldo y a Aldama. "Con el nuevo Gobierno, lo que se quiera, y superposicionado podemos hacer mucho. Ya con el Ministro de Fomento lo tengo todo armado", cuenta el empresario a su hermano en un mensaje.
En la investigación se ha sabido que el contacto entre Ábalos y Aldama se mantuvo tras conocerse, con un viaje a México incluido. "Acuérdate hermano de la relación que tengo con el Ministro de Fomento en España", recuerda Víctor de Aldama.
En la pandemia, el gran pelotazo. De Aldama calculaba que podía ingresar hasta 60 millones de euros por mascarillas que quería colar a ministerios y a diferentes gobiernos autonómicos.