El yihadista que fue detenido el pasado viernes en Barcelona y que ha sido enviado a prisión provisional por enaltecimiento del terrorismo y autoadoctrinamiento, declaró ante la Guardia Civil que su objetivo era atentar con un dron durante un Barcelona-Real Madrid, según informan fuentes jurídicas a laSexta.
Sin embargo, el detenido no dijo cuándo tenía intención de llevar acabo ese atentado y tampoco se le ha encontrado ningún dron.
La Guardia Civil sospecha que el detenido se ha radicalizado durante la cuarentena del estado de alarma y que se saltaba el confinamiento para buscar lugares donde atentar.
La Guardia Civil detuvo a este ciudadano marroquí, seguidor de la organización yihadista Dáesh y profundamente radicalizado, en una operación conjunta con las autoridades marroquíes y estadounidenses, y que, según destacó el Ministerio de Interior, ha permitido prevenir la comisión de un posible ataque terrorista.
Según los investigadores, desde hace al menos cuatro años existían referencias de la afinidad del arrestado a Dáesh, pero hasta fechas recientes su radicalización se mantenía bajo una apariencia de discreción.
Ha sido durante el estado de alarma cuando su proceso de radicalización parece haber culminado de manera preocupante. La hipótesis policial es que su extrema radicalización y actividad recientes podrían responder a los diferentes llamamientos realizados por Dáesh para que los actores solitarios asentados en territorio occidental se movilicen y atenten en sus lugares de residencia.
El detenido realizaba ya manifestaciones públicas de su adhesión a los postulados terroristas de Dáesh y de odio a Occidente a través de sus perfiles de redes sociales.